lunes, 5 de septiembre de 2016

Satélites en peligro/ Acciones de Legisladores - Reflexiones

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SATÉLITES EN PELIGRO
Días atrás el titular de ARSAT, Rodrigo de Loredo, le confirmó a diputados de la Comisión de Comunicaciones e Informática que visitaron la empresa que ya se firmó el contrato con la consultora Mc Kinsey. En lo formal, es un convenio para asesorar a ARSAT en la elaboración de su plan de negocios, aunque un sector del gobierno encabezado por el secretario de Coordinación Interministerial de la Jefatura de Gabinete, Mario Quintana, busca que sirva para justificar la incorporación de capital privado, o favorecer la colonización empresaria de su infraestructura a través de la firma de contratos.
Como ejemplo de ello el Ministerio de Comunicaciones ya habilitó a operar en el país a un satélite de la francesa Eutelsat, pese a que Arsat-2 aún no tiene vendida su capacidad, lo que pone en riesgo su futuro como firma argentina no perteneciente a un grupo multinacional.

UN POCO DE HISTORIA
A raíz del incumplimiento de contratos firmados en 1998 por parte de una empresa privada (Nahuelstat), en agosto de 2004 el gobierno de Néstor Kirchner le revocó la autorización a Nahuelsat y ocupó la posición orbital con un satélite alquilado al grupo holandés SES para no perder ese espacio, que estaba siendo reclamado por Gran Bretaña y, en abril de 2006 se decidió crear la estatal ARSAT para hacerse cargo de la construcción y puesta en servicio de satélites argentinos.


Sin embargo, la ola más fuerte de autorizaciones se registró durante la presidencia de Fernando de la Rúa. Así, entre 2000 y 2001 se autorizaron a cerca de veinte satélites con el argumento de que "es deber del gobierno nacional velar por el incremento de la oferta de servicios competitivos y la multiplicidad de actores en el mercado, de modo tal de beneficiar a los consumidores y clientes de todo el país". Ahora, ese mismo argumento es utilizado por el actual Gobierno para presionan  y autorizar nuevos satélites, con la diferencia de que en este caso el perjudicado no será un consorcio privado que tiene la concesión del servicio satelital sino la empresa estatal ARSAT que en los últimos años no sólo puso dos satélites en el espacio sino que consolidó una cadena de valor industrial con INVAP y el Centro de Ensayos de Alta Tecnología (Ceatsa) como principales exponentes.

"Me resulta injusto que nuestra gente tenga que pagar más por sus telecomunicaciones bajo la excusa de proteger nuestra industria satelital. La Argentina necesita integrarse al mundo, nuestro pueblo tiene que estar conectado a internet de la forma más económica posible", aseguró José Antonio Sánchez Elías, un referente de comunicaciones de la Fundación Pensar del PRO y CEO de Tesacom, empresa de soluciones satelitales asociada a grandes jugadores extranjeros. Es decir, un señor que asesora al gobierno pero cuyo objetivo parece ser hacer buenos negocios.
El ingreso de satélites extranjeros es muy probable que favorezca, en principio, una baja de precios, aunque a costa de poner en riesgo la industria satelital nacional. Además, no sería extraño que luego a ARSAT la estigmatizan por incompetente y la venden, o la reduzcan a lo mínimo. En ese caso no va a salir tan barato comunicarse. Ya pasó con YPF años atrás. Detalles ver en: http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-307482-2016-08-22.html -.

Interesados pueden ver otros artículos de F. Krakowiak y D. Hurtado sobre la saga de los satélites: - http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-304511-2016-07-18.html -

ACCIONES DE LEGISLADORES
El diputado Luis María Bardeggia y la senadora Silvina García Larraburu, ambos por la provincia de Río Negro, han presentado sendos proyectos para que el gobierno nacional informe sobre la reciente autorización a satélites extranjeros para que brinden servicios en territorio argentino.

El proyecto presentado por el diputado Bardeggia solicita que se explique, entre otros temas, cuáles fueron las razones por las que se decidió seleccionar a una consultora extranjera (Mc Kinsey) para asesorar a la empresa ARSAT en la elaboración de un Plan de Negocios. También hace hincapié en si se contempló la posibilidad que consultoras nacionales -inclusive universidades- que pudieran desarrollar esta tarea a menor precio y expresar intereses nacionales. Además solicita se informe sobre las motivaciones del Ministerio de Comunicaciones para autorizar la operación de satélites extranjeros, que pueden competir con ARSAT. Por otro lado, solicita información sobre si se prevé retomar la construcción de ARSAT 3 que ya había comenzado a fabricar el INVAP.

Tenemos el texto completo del Proyecto de Resolución presentado por el diputado Bardeggia, que incluye los fundamentos del mismo. Interesados en recibirlo, enviar un mail a grupogestion1@yahoo.com.ar. En ASUNTO poner: Solicito Bardeggia, y les será enviado.

Por otra parte, entre los fundamentos del pedido de informes de la senadora García Larraburu señala: "Nuestra preocupación al respecto radica en que la autorización, por parte del Ministerio de Comunicaciones, hace que la empresa New Skies Satellites Argentina B.V. compita de forma directa con nuestros satélites de producción nacional Arsat-1 y Arsat-2. En ese sentido es dable destacar que en noviembre pasado se sancionó la Ley 27.208 de Desarrollo de la Industria Satelital Nacional. Por lo que la desregulación y la apertura a la competencia internacional en este sector son contradictorias a la ley". Ver en: http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-307751-2016-08-25.html

REFLEXIONES
En una gacetilla anterior decíamos que el tema de los satélites debería plantearse en el Congreso y deberían ser citados para que den explicaciones, el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad y su yerno, el abogado presidente de ARSAT, Rodrigo de Loredo. Obviamente, también se debería invitar a expertos de ARSAT, INVAP, CONAE, etc. Tanto como para conocer la verdad sobre el tema. Porque no es razonable tener un plan satelital que puso en el espacio a Arsat 1 y Arsat 2, 100% construidos en Argentina, y ahora andar buscando espacios para poder incorporar a las corporaciones transnacionales. 

Porque haber generado capacidades para diseñar y construir satélites no es una cosa de todos los días, y no se puede "entregar" graciosamente al negocio privado un emprendimiento estratégico llevado a cabo con fondos públicos que, además, asumió el riesgo que implica un proyecto de esa envergadura. Porque tener satélites es parte de la soberanía como país. Y la soberanía no se entrega al mejor postor. Y ahora que Arsat 1 y 2 andan por el espacio y pueden empezar a generar ganancias para el Estado e impulsar otros proyectos estratégicos, abren los cielos para que entren compañías extranjeras. Además es extraño que se haya desactivado la construcción del satélite Arsat 3, un satélite que comunicaría a toda América

Por eso es reconfortante ver actitudes como las del diputado Bardeggia y la senadora García Larraburu tanto como para que el gobierno nacional informe sobre la reciente autorización a satélites extranjeros para que brinden servicios en territorio argentino, y otros aspectos relacionados. Esperamos que sean numerosos los Diputados y Senadores que acompañen esos proyectos.

Finalmente, sería muy importante que TODOS los Organismos de CyT y las Facultades / Universidades se expresen clara y taxativamente sobre el tema.