lunes, 14 de septiembre de 2009

INFORMEDH Nº14 - Declaración del Padre Obispo Virginio D. Bressanelli.


Los hechos de violencia acaecidos el 28 de agosto en Trelew, durante el desalojo de terrenos ocupados ilegalmente, y luego el hostigamiento y difamación de personas que intentaban mediar en esa situación (Dr. E. Hualpa, Miembros de la Defensoría Pública y otros), que son personas reconocidas por una destacada trayectoria de defensa de los derechos de los pobres, preocupan, duelen y hacen más lejano el modelo de convivencia y de Nación que soñamos para nuestro país. Son hechos que no deberían ocurrir.
Las Instituciones y personas del Estado, constituidas en autoridad competente, deberían ser los servidores de la comunidad, los promotores de la solidaridad, los garantes de la legalidad y los gestores de la solución pacífica y justa de los problemas sociales. El erróneo manejo de estas situaciones no sólo las desprestigia y debilita sino que perjudica a todos.
La violencia es inconducente y abre nuevas heridas que tardan en cicatrizar. Por eso, mientras adhiero a lo ya expresado por el MEDH y por la Comisión Diocesana de Pastoral Social, invito a los fieles católicos, y a los hombres y mujeres de buena voluntad, a reafirmar los valores, principios y conductas que nos permitan construir una Nación solidaria, fraterna, progresista, reconciliada y feliz.
Los caminos de la paz sólo pueden transitarse en unidad. Los hechos acaecidos no deben generar más divisiones entre nosotros sino que deben estimularnos a colaborar en el bien común. Para ello nos servirán como herramientas el diálogo sincero; el respeto debido a todas las personas, sobre todo a los más pobres, atendidos en sus necesidades básicas; el discernimiento de las situaciones; la información veraz de los hechos; el acatamiento de la legítima autoridad y el ejercicio democrático de la legalidad constitucional.
Es una tarea que nos implica a todos y que ha de fundarse en nuestro amor al hermano y nuestra fe en Dios, Padre de todos; en Jesucristo que entregó su vida por todos; en el Espíritu Santo que conduce a todos por los caminos de la unidad, el amor recíproco y la paz.

Firmado por Virginio D. Bressanelli scj, Padre obispo de Comodoro Rivadavia.
5 de setiembre de 2009.