lunes, 6 de abril de 2015

Acuerdo nuclear con Iran



Decir que es un "Hecho histórico" sería demasiado poco.

Recepción de la delegación iraní a su vuela de Lasussanne
Por Andreas Zumach / www.taz.de


GINEBRA taz | Como „Hecho histórico“ celebró el presidente norteamericano Barack Obama el memorandum conjunto sobre el programa nuclear iraní aprobado y firmado en la ciudad suiza Lausanne luego de las discusiones llevadas a cabo.

Si los acuerdos decididos llegaran a ser firmados en su versión final hasta fines de junio, lo que incluye también a Teheran, incluso sería quedarse corto hablar de „Hecho histórico“. Según Obama sería „el acuerdo de cooperación más amplio e importante en la historia del control del armamentismo nuclear“:

Todas las posibilidades de Iran de desarrollar independientemente armas atómicas o conseguirlas de algún modo de terceros estarían controlados y frenados de un modo absolutamente confiable. Según Obama los críticos y eternos disconformes con este memorandum, como el Presidente Benjamin Netanjahu de Israel y también miembros republicanos del Congreso de los USA o la campaña “Paren la bomba” estarían divulgando simplemente afirmaciones mentirosas. Es equivocado p.ej. que el reactor Arak, que funciona con putonio, no sería cerrado, y que el programa de cohetes de Irak no estuviera incluido en el convenio.

ESPERANZA PARA TODA LA REGION

La finalización mediante este convenio del conflicto sobre el programa nuclear iraní, que lleva décadas, podría allanar el camino para la imprescindible normalización de las relaciones entre el aún imperio mundial USA y el Irán, el poder más importante en este límite entre el Cercano-Mediano Oriente y los países centrales. Esto sería la condición  imprescindible para la urgente cooperación entre Washington y Teheran para la finalización de la guerra civil en Siria así como para la superación de otros conflictos latentes en la región entre Afganistán, la península Arábica y el Mediterráneo. Incluso sería posible lograr la “solución justa de creación de dos estados independientes en el conflicto israelí-palestino” que el presidente de los USA había prometido en su anteúltimo gran discurso en abril de 2009 en El Cairo.

Algunos críticos, ante todo dentro del gobierno israelí, parecen esforzarse por mantener en la imagen pública a toda costa a Irán como principal enemigo. Porque de esta manera Irán les sirve más que nada para desviar la mirada del mundo de la catastrófica política que implementa contra el pueblo palestino. Sin embargo sus esfuerzos difícilmente vayan a hacer mella a la alegría de las masas humanas en Teheran ni tampoco a las reacciones de conformidad y apoyo del mundo occidental.