Protegidos fiel y silenciosamente por poderes del bien.
Hace 65 años Dietrich Bonhoeffer escribió una de las poesías más profundas y significativas que la fe cristiana produjera en toda su historia. Y significativamente la escribió en su celda de la cárcel militar de Tegel (Berlin), en la cuál se encontraba aguardando su ejecución, que finalmente se produjo el 9 de abril de 1945 en el campo de concentración de Flossenbrück.
El motivo de este encarcelamiento y muerte martirial es conocido: Bonhoeffer luchó inclaudicablemente contra la barbarie genocida del nacionalsocialismo desde el mismo día de la toma del poder por Adolf Hitler, el 30 de enero de 1933.
Vale la pena pensar y vivir nuestro presente a la luz de las palabras de Bonhoeffer, palabras de nuestra fe:
En medio de un sistema económico-político-social igualmente genocida e impune, que también hoy recurre a la guerra externa y la represion interna cuando lo necesita para mantenerse en el poder -aún a costas de la destrucción de nuestro propio planeta, nuestro único y común hogar- nosotros apostamos a los poderes del bien, la justicia y la paz, que viven, rodean, protegen y consuelan fiel y silenciosamente a nuestro pueblo sometido y empobrecido.
En medio de la vocinglería falaz y degradante de los medios mentirosos de comunicación y la farándula de este sistema de muerte, nosotros apostamos a la claridad que la memoria enciende en medio de la oscuridad y a los sonidos de inmensidad y gratitud por el misterio profundo de la creación que nos rodea.
En medio de la discriminación, criminalización y represion oportuna y demagógicamente promovida por los poderosos invocando la pretendida “inseguridad” (tanto social como juridical) reinante para ocultar, que la verdadera inseguridad es la que sufren las y los pobres y ante todo sus hijas e hijos bajo este sistema genocida a la vez que suicida, seguimos apostando y luchando por un futuro de esperanza, plenitud y paz para nuestro pueblo, confiados y sostenidos por la seguridad, de que entre lágrimas y sonrisas, ya se está gestando una nueva creación en este caminar entre la noche y el alba.
Arturo Blatezky
Rodeados fiel y silenciosamente por poderes del bien,
Misteriosamente protegidos y consolados,
Así hemos de vivir juntos estos días
Caminando unidos hacia un nuevo tiempo.
Todavía quiere el pasado atormentar nuestros corazones,
Aún nos oprime la pesada carga de días malos,
Señor, da a nuestras almas angustiadas
Aquella salvación, para la cual nos has preparado.
Y si nos ofreces el cáliz pesado y amargo
Del sufrimiento, lleno hasta el borde,
Lo tomaremos agradecidos y sin temblar
De tus manos buenas y amadas.
Y cuando nos regales de nuevo la alegría
Por este mundo y su brillante sol,
Entonces mantendremos la memoria del pasado
Y nuestra vida te pertenecerá en plenitud.
Deja que nos iluminen cálida- y silenciosamente
Las velas que tú has encendido en medio de nuestra noche,
Reúnenos, si es posible, nuevamente a todos,
Porque lo sabemos: Tu luz ilumina la oscuridad.
Y cuando la paz nos cobije profundamente,
Permítenos percibir los sonidos de inmensidad y plenitud
De aquél mundo, que se expande invisible alrededor nuestro:
El canto de alabanza de todas las criaturas de tu creación.
Protegidos misteriosamente por poderes del bien,
Esperamos confiados lo que ha de venir,
Dios está junto a nosotros en la noche y en el alba
Y con toda seguridad en cada nuevo día.
Dietrich Bonhoeffer
Poesia escrita el 31-12-1944 en Tegel
Traduccion Arturo Blatezky