viernes, 12 de diciembre de 2014

Pocha Camín, Hasta la Victoria SIEMPRE!



Compañeras y compañeros del MEDH Mendoza:

Acabo de leer el mail de Pablo y todavia me faltan las palabras: En lo más profundo todos estos días tenía la certeza de que esta sería solamente una más de las tantas luchas de su vida, que Pocha con su enorme fuerza, perseverancia y constancia finalmente iría a vencer. O mejor debiera decir que TODA SU VIDA de compromiso y lucha por la dignidad y los derechos de cada una y cada uno de nuestro pueblo, especialmente de las y los más pobres, es y seguirá siendo UNA GRAN VICTORIA contra el sistema genocida que el imperio nos impuso ayer y sigue imponiendo hoy a la humanidad. Esto es lo que vi siempre en ella y sentí ante ella siempre en mi corazón

Pero muy bien escribe Pablo, y eso es lo que importa, que nunca debemos olvidar y que Pocha y tantas y tantos otros sembraron con sus vidas y nuestro pueblo está cosechando hoy, haciendo suyo y extendiendo de un modo ejemplar para todo el mundo. y que compañeras y compañeros de lucha sinceros de otras latitudes, solidarios con sus respectivos pueblos admiran cuando hoy miran la Argentina, es que en medio del terrible genocidio de ayer y sus secuelas criminales y aún impunes de hoy, son muchísimas las Pochas que con inquebrantable constancia logran todos los días victorias que pueden parecer "pequeñas y cotidianas" pero que son enormes, profundas y la base de un país en el que la humanidad, la dignidad y los derechos de nuestro pueblo se imponen y vencen a este capitalismo asesino a pesar de todos sus múltiples y globales poderes de impunidad e infamia enquistados aún en diversos ámbitos ocultos o abiertamente evidentes también en nuestro país.

Pero nosotras y nosotros tenemos una trinchera que demostró su firmeza invencible durante 40 años. Son ellas y ellos: Pocha, Alieda, Alice, Mauricio y tantas y tantos que no puedo nombrar aquí, además de las y los 30 mil: Todas y todos están presentes y siguen luchando en nuestras luchas y cantando en nuestras voces.
Quiero terminar este saludo con un canto que todas y todos hemos cantado mil veces y que representa de un modo increíble nuestra fe, nuestra apuesta a la humanidad y dignidad y nuestra esperanza más profunda, que son las de nuestro pueblo: Que este poema nos sirva de abrazo fraternal, consolador y fortalecedor en estos días: Hasta la Victoria, SIEMPRE!

Pastor Arturo Blatezky
Coordinador de la Oficina Central del MEDH

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Hoy falleció Pocha Camín, la Pocha para todos nosotros hoy se presenta el informe

Xumek - Asociación para la protección y promoción de los derechos humanos hoy puedo decir que la lucha de Pocha fue enorme.
Seguramente Alfredo Guevara y Pocha Camin referentes de la lucha por los derechos humanos de la Provincia de Mendoza lograron que florezca y crezca una enorme cantidad de gente que trabaja en Derechos Humanos,
Pocha querida Hasta la victoria siempre siempre tu lucha produjo que hoy los derechos humanos sean una bandera en la Provincia y tu ejemplo será recordado en todo nuestro País.
Hasta la victoria siempre Pocha querida!



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Hoy nos dejó una gran luchadora. Una mujer de fuerte carácter, de sólida formación moral y política, intransigente para sus convicciones, amplia en la comprensión de las convicciones de los otros, con un  sentido del humor agudo que siempre se fundaba en su observación crítica del mundo.

El padre y el tío, conocidos militantes del Partido Comunista, le transmitieron sin dudas esa mirada dialéctica que ella supo transformar  en el bastión ideológico de su conducta consecuente. Estuvo  breve tiempo en la Federación Juvenil Comunista donde conoció a Armando Camín, su compañero de vida y de aprendizajes políticos más desde las teorías que enriquecieron nuestros años 60 y 70, sin pertenencias partidarias. Casada a los 19 años, con un hijo, intentó la carrera de Derecho en Córdoba pero las dificultades la llamaron a la realidad. No se desanimó, optó por una carrera posible y que a la vez respondiera a sus naturales tendencias, estudió Trabajo Social y supo rodearse de muchas compañeras que ejercieron la tarea desde la común perspectiva de "ayudar a crecer" sin quedarse en el asistencialismo. 

La dictadura de 1976, golpeó duramente a su hogar y a su familia. Armando fue despedido de su trabajo en YPF, Pocha fue despedida de su trabajo en un  Centro de Salud y en la Facultad de Antropología. Solía relatar con humor anécdotas de aquellos tiempos, sobre la incapacidad que tenían los dos para ganarse la vida en otros campos laborales, como ventas domiciliarias, atender una fiambrería.....

En mayo de 1978 el terrorismo de Estado secuestró al hermano de Armando y a su hijo, Gustavo y Mario Camín, se encuentran desaparecidos.  Salieron a buscarlos, pero muy pronto comprendieron que la lucha estaba en el campo de los derechos humanos para que pudiera ser más amplia y efectiva. Pocha conoció a la Pastora Alieda Verhoeven que venía trabajando en la defensa de los perseguidos chilenos y que luego sumó a los perseguidos de su país de adopción, Argentina. En carne propia sufrió la pérdida de su gran amigo y compañero de ruta Mauricio López y con el coraje que la caracterizaba armó un grupo de trabajo solidario en Mendoza.

Tenían que encontrarse ambas y el resultado fue el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, Regional Mendoza, que había nacido  en 1976 en Buenos Aires como respuesta a la dictadura desde varias Iglesias Protestantes y Evangélicas y tres Obispados católicos, y se instaló en Mendoza en 1979 al amparo del Consejo Mundial de Iglesias y de varios Gobiernos europeos. Al frente de la Regional estaban aquellas dos mujeres, organizadoras, con tan diferentes opciones intelectuales en sus vidas,  con un eje en común: la tortura no debe tolerarse, la persecución por razones ideológicas no debe permitirse. Y trabajaron en ese sentido. 

Pocha Camín, no creyente religiosa, creyente en el derecho a la vida y en todos los derechos inherentes a la misma y a la dignidad de los seres humanos, tan fuerte como sensible, organizó la solidaridad para con las familias de desaparecidos y presos políticos, le puso a la tarea la capacidad intelectual y el cuerpo, huesos, sangre, sonrisa, palabras. Porque ir todos los días a abrir la puerta y estar entera para recibir a quienes padecieron en nuestra comunidad las más crueles de las agresiones, exige de una entereza que ella tuvo sin retaceos. Día tras día, año tras año. Disciplinadamente. 

Quienes nos incorporamos en diferentes momentos a trabajar con ella en el medh, quienes nos quedamos y quienes tomaron otros caminos profesionales, podemos decir que éramos aquélla persona cuando llegamos y una nueva, más completa, enriquecida,  después de su paso por nuestras vidas. La dictadura le quitó la Escuela de Trabajo Social en la Facultad de Antropología, pero ella, llenó su mundo de enseñanzas. Por eso   seguimos trabajando en la defensa de los derechos humanos en cualquier rumbo que nos depare la vida. Gracias, Pocha, por tanto que nos diste.

MEDH Mendoza


Eduardo Galeano
Nosotros tenemos la alegría de nuestras alegrías
y también la alegría de nuestros dolores,

porque no nos interesa la vida indolora
que la civilización del consumo vende en los supermercados.

Y estamos orgullosos del precio de tanto dolor, que por tanto amor pagamos.

Nosotros tenemos la alegría de nuestros errores,
tropezones que muestran la pasión de andar y el amor al camino.

Y tenemos la alegría de nuestras derrotas,
porque la lucha por la justicia y la belleza vale la pena también cuando se pierde.

Y sobre todo tenemos la alegría de nuestras esperanzas.

En plena moda del desencanto,

cuando el desencanto se ha convertido en articulo masivo y universal,

nosotros seguimos creyendo en los asombrosos poderes del abrazo humano.