jueves, 11 de agosto de 2016

Que sus gritos sean nuestros….



Grupo de curas en Opción por los Pobres
La memoria de los mártires nos convocó a 40 años del asesinato del padre obispo Enrique Angelelli como también la de Carlos de Dios Murias, Gabriel Longeville y Wenceslao Pedernera.

Curas y diáconos en opción por los pobres de varias partes del país nos reunimos en La Rioja en nuestro encuentro anual, para ahondar en la vida del Obispo Angelelli e identificar nuestra misión con su cercanía al pueblo su compromiso con los pobres y su lucha por la justicia.

Ayudados por el Evangelio y los testimonios de los que conocieron al Obispo pudimos ver su fidelidad al proyecto del Reino anunciado por Jesús y cómo animó a la Iglesia y al pueblo riojano por caminos de vida y liberación.

Puso en el centro de su misión a os pobres, supo escuchar el grito de los de tierra adentro, de su pueblo empobrecido y creyente. Tocaron su corazón de pastor las situaciones de injusticia que vivía su querido pueblo riojano. Descubrió el alma religiosa de los pobres y la fuerza liberadora de la fe popular, convocó a todos a sumarse para dar respuestas pastorales y sociales a los desafíos que tenía La Rioja y el país en esos tiempos. Realmente puso un oído en el pueblo y otro en el Evangelio.
En esto entregó su vida, como pastor y profeta compartió la suerte de nuestro maestro Jesús y sufrió el martirio como su pueblo riojano también martirizado.

A nuestras comunidades las animamos a que sigan el camino que marcó Angelelli. Él vivió lo que el Concilio Vaticano II y los Obispos Latinoamericanos pedían a la Iglesia hace 50 años. Y que hoy Francisco retoma con fuerza. Seamos una Iglesia pobre y de los pobres, servidora y comprometida con la realidad.

En estos días compartidos reafirmamos nuestro compromiso de estar siempre juntos a los pobres, haciendo nuestros sus gritos, anunciando la esperanza del Reino y buscando junto al pueblo, caminos de justicia y vida digna para todos.
El testimonio de los mártires nos anima, el dramático momento que vive la patria, que venimos denunciando en nuestras cartas quincenales al Pueblo de Dios, nos reclama. Nos solidarizamos con la Asociación Madres de Plaza de Mayo y con su presidenta, Hebe de Bonafini; y seguimos reclamando la liberación de Milagro Sala, presa política, e injustamente detenida, decididos a seguir levantando nuestra voz porque “¡hay que seguir andando, nomás!”

La Rioja, 4 de agosto de 2016
(40 años del martirio de mons. Enrique Angelelli)
Grupo de curas en Opción por los Pobres