jueves, 26 de enero de 2012

El Diablo Lleva Gafas.


Por Pepe Laguna.
Madrid.

De vez en cuando, el mercado editorial nos sorprende con libros de exorcismo. Relatos espeluznantes en los que el exorcista de turno cuenta con pelos y señales los síntomas de la posesión diabólica.

Sin desmerecer el trabajo de los sacerdotes dedicados a estos menesteres demoniacos, creo que sus diagnósticos no entrañan ninguna dificultad; que la persona habla lenguas extrañas, hecha espuma por la boca, levita sobre la cama y gira la cabeza ciento ochenta grados, pues. ¡posesión habemos!

Los que hemos vivido nuestra adolescencia bajo la impresión imborrable de la película de El Exorcista, no necesitamos masters en demonología para reconocer al diablo en cuanto asoma la cola.

Sabedores de nuestra perspicacia los demonios del siglo XXI son más discretos y sutiles, ya no huelen a azufre, apenas se adivinan sus cuernos y de tridentes y ollas hirviendo. ni rastro. Hoy en día huelen a Chanel, visten Armani y viajan en Ferrari.

Sin ir más lejos, ayer mismo vi a uno de ellos en el telediario de las tres. Escondía su rostro de tras de unas gafas y en el rótulo sobreimpreso en pantalla no se leía Lucifer sino "Guilhem Costes, director financiero de Fitch Ratings" -un apodo para pasar desapercibido-.

Confieso que me pasó inadvertido hasta que comenzó a lanzar improperios demoniacos delante del micrófono: "España debe reducir drásticamente las partidas dedicadas a educación obligatoria, sanidad y universidad". Hablaba sin acompañarse del aparato pirotécnico de manifestaciones antiguas, pero con el mismo objetivo de siempre: tomar posesión de nuestras vidas y haciendas.

Ya no hace falta ir al cine para ver demonios y vampiros, están por todos lados, viven con nosotros. Aprovechan la confusión de una crisis orquestada desde el Averno para chuparnos la sangre. Echan a las gentes de sus casas, convirtiéndolas en zombis que deambulan por las calles porque no tienen dónde caerse muertos. Ya han tomado posesión de la mente de muchos políticos que les rinden pleitesía.

 Necesitamos con urgencia exorcistas especializados en estos nuevos demonios inmunes al agua bendita. Demonios, "haberlos haylos"; ayer vi uno en el telediario de las tres y llevaba gafas. (PE/Eclesalia)

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