lunes, 24 de septiembre de 2007

INFORMEDH Nº1 - Sí, el Hambre es un Crimen.


Sí, el Hambre es un Crimen
Discurso de Alberto Morlachetti en Plaza de Mayo 18-05-07

Me tendrán que disculpar algunas cosas. No estoy bien de salud, por lo tanto,
si se quiebra la voz, o renguea el ánimo, ustedes me van acompañar...
Agradecer a los chicos heroicos, los que van a pedir pan para sus hermanitos.
Agradecer a los educadores y a la madre coraje que es Norma Basconi.
Agradecer a las distintas organizaciones. A
la Central de Trabajadores Argentinos.
A mi entrañable amigo Víctor de Gennaro que me acompañó metro por metro en esta Argentina.
Al MTL, a mi querido Chile. A
la Corriente Clasista y Combativa.
A las distintas organizaciones sociales, perdón si me olvido de alguna.
A la gente que vino solita. A los que vinieron a buscar un abrazo.
Y gracias por este sol Carlitos Cajade, mi hermano del alma.
Me decían antes que muchos medios habían invisibilizado a nuestra marcha,
no me preocupa compañeros, nunca me preocupó.
Se crece por abajo. El árbol es fuerte por abajo, si queremos buen ramaje,
si queremos buenas hojas, si queremos buenas frutas, voy para abajo compañeros, al pie.



Permítanme unas cifras: casi dos tercios de nuestra población-país es pobre. Nueve millones de niños bajo la línea de pobreza, la mitad son indigentes. Treinta por mil de mortandad infantil en Formosa. Cuarenta y cinco por ciento de pibes desnutridos -o sea mutilados- en la Capital de Corrientes. Si realizáramos una encuesta en Florencio Varela o José C. Paz ¿qué cifras nos daría el horror?

Este Gobierno es productor de soledades y de hambres eternas: Ese experto futuro que nos inventaron. La imaginación inagotable del capitalismo en serio -que se domicilia en la caridad y desaloja a la justicia- todos los meses 150 pesos para que vivan bien dos hijos mamá y papá -y electrodomésticos si llega la hora de las urnas- intentando controlar con la limosna general la rebeldía de los humillados transformando la felicidad en una lejana esperanza celestial, mientras se aniquila el prodigio de la vida.

Por eso rechazamos, y por eso combatimos, esta política económica que favorece a las grandes empresas, entrega su petróleo, vende sus tierras y le quita pibes a los potreros.

Los desvaríos del Ejecutivo Nacional no se limitan a proponernos un tren bala, sino que omiten los derechos económicos, sociales y culturales para nuestros niños, cuando las leyes mayores ordenan al gobierno invertir en niños con el máximo de los recursos disponibles. Mandato que el Estado no cumple, que este presidente no cumple, incurriendo en deuda magna, a pesar de declarar que este gobierno dispone de casi 40 mil millones de dólares de reservas, violando sistemáticamente los derechos humanos que permiten el derecho a la vida. Sí, el hambre es un crimen.

Muchos funcionarios actuales que fueron un día progresistas de molde y que ahora contemplan con una sonrisa de Chicago la lucha de estos niños y educadores como una ingenuidad o como una antigualla. Tienen la memoria seca. No es sorpresa para nosotros, ya lloramos hace años.

A nosotros -educadores trabajadores- nos guían nombres germinales: Agustín Tosco, Rodolfo Walsh, Atilio López, René Salamanca, Germán Abdala y queremos completar sus vidas.

Lo decimos sin ambigüedades el capitalismo inevitablemente corrompe, inevitablemente extingue la vida humana: Por eso el hambre, por eso el paco, por eso el gatillo fácil. Y tendremos que ser los trabajadores los que llevemos hasta el final “la obra de liberación, en nombre de generaciones vencidas”.

Construir una sociedad de semejantes no admite espera, porque la única materia prima no renovable son nuestros hijos: texturas del futuro. En la pizarra de los caminos los niños nos dejaron un legado: Los pibes no marchan porque son felices. Marchan por la felicidad, como “los pájaros no cantan porque amaneció, cantan para que amanezca”.

Ni un pibe menos. Con ternura venceremos.

Discurso de Alberto Morlachetti en Plaza de Mayo 18-05-07