lunes, 7 de septiembre de 2015

París se movilizó en solidaridad con los migrantes

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Al menos 10 mil franceses marcharon por la capital del país contra las "políticas represivas" hacia los migrantes que huyen desde África y Medio Oriente hacia Europa, y reclamaron tanto la "apertura de las fronteras" como que se cumpla el "derecho de asilo para todos los perseguidos".

"¡Abran las fronteras!", "¡Derecho de asilo para todos los perseguidos!", decían varias pancartas de los manifestantes. Varias manifestaciones fueron convocadas también en otras ciudades francesas. En Toulouse unas 600 personas marcharon, en Burdeos, medio millón salió a las calles. Lyon, Nantes y Estrasburgo también se movilizaron.
Personas de todas las edades llegaron, en muchos casos en familia, a la Place de la République donde se habían dado cita a través de las redes. "Estoy harta del miedo de la gente", afirma Véronique Wattiaux, una mujer de 60 años. "La sociedad es siempre una suma. Yo quiero representar a quienes están a favor de recibir" a los migrantes, agregó.

Un 52 por ciento de los franceses, según una encuesta publicada el viernes, se opone a recibir a los migrantes y refugiados que tratan de ingresar en Europa, principalmente por el Mediterráneo y los Balcanes.
La manifestación, convocada bajo el lema "No en mi nombre", surgió de "una discusión en Facebook de personas que se preguntaban cómo expresarse espontáneamente (...), para decir "No" a las políticas migratorias represivas que provocan miles de muertes", dijo a la AFP uno de los promotores de la iniciativa, el escritor y cineasta Raphael Glucksmann, hijo del filósofo André Glucksmann.
La convocatoria recibió el apoyo de varias asociaciones, como SOS Racisme y la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo (LICRA). Representantes de partidos de izquierda -socialistas, comunistas y ecologistas- también anunciaron su intención de acudir a la marcha.

Un movimiento solidario

VOLUNTARIOS ALEMANES RECIBEN A MIGRANTES

Los refugiados que llegaron el fin de semana a Alemania quedaron atónitos por la cálida bienvenida. Cientos de personas vivaron a migrantes que bajaron de vagones en las estaciones de Munich, Francfurt y otras ciudades del país y arribaron tras un viaje agotador desde Siria y otras zonas en conflicto. Voluntarios con comida, ropa y mantas recibieron a miles de personas que llegaron desde Hungría y Austria, donde el gobierno pidió una respuesta europea urgente a la crisis de refugiados. Viena anunció ayer que, de forma gradual, volverá a controlar a los refugiados de Medio Oriente que quieran pasar la frontera con Hungría, lo que significa que luego de dos días la vía libre hacia Alemania llegaría a su fin.
En estaciones de tren abarrotadas, una muchedumbre de alemanes, con globos de colores y pancartas, entregaba agua, comida y juguetes a los migrantes, cuyo desembarco masivo provocó un movimiento de solidaridad sin precedentes en el país. “Díganlo alto, díganlo claro, los refugiados son bienvenidos”, cantaban varias personas en la estación de trenes de Francfurt en la noche del sábado, mientras miles de refugiados llegaban desde Hungría, después de cruzar Austria.
En Munich, principal punto de arribo de los migrantes, una alemana de 47 años saludó a unos sirios que acababan de salir del tren. Cuando una pareja con tres niños se acercó escéptica al control policial, la mujer acercó una bolsa con chocolates, juguetes y un sobre en su interior. “Hay un poco de dinero adentro”, dijo en inglés, antes de que los sirios, que agradecieron el gesto con una sonrisa, fueran llevados a otra zona para ser registrados. Las autoridades alemanas prevén la llegada de 800.000 migrantes este año, cuatro veces más que en 2014, lo que supondrá un costo de 10.000 millones de euros (11.000 millones de dólares) para el Estado. La policía de Baviera calcula que 17.000 refugiados pasaron por el Estado el fin de semana. La República Federal, con falta de mano de obra y una población cada vez más vieja, se convirtió en un destino privilegiado para iraquíes, afganos y eritreos.
En una decisión sin precedentes, Austria aceptó entre viernes y sábado, en acuerdo con Berlín, facilitar la acogida y el tránsito hacia Alemania de miles de migrantes atrapados en Hungría, que ayer restableció plenamente el tráfico ferroviario para los migrantes y representa la principal puerta de entrada en la Unión Europea: sólo en agosto llegaron a ese país 50.000 personas.
La canciller alemana Angela Merkel y el primer ministro húngaro Viktor Orban acordaron en una entrevista telefónica ayer respetar sus obligaciones europeas y coincidieron en que el flujo del fin de semana es excepcional, señaló Georg Streiter, portavoz de Merkel. El canciller austríaco, Werner Faymann, señaló que el dispositivo habilitado el fin de semana sólo puede ser temporal y que una medida de este tipo no puede ser una solución.
Faymann pidió que se celebre una cumbre europea extraordinaria sobre migración, inmediatamente después de la reunión de ministros del Interior de la UE prevista para el 14 de septiembre. “No hay alternativa a una solución europea común”, insistió el canciller austríaco. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, llamó a los 28 Estados de la UE a unirse frente a la crisis de refugiados para preservar la paz y los valores en Europa. “Solo si Europa logra encontrar las buenas respuestas y resolver los problemas podremos preservar nuestro modo de vida, agregó. “Europa es una alianza entre Estados. Todos deben actuar juntos”, declaró.