Jueves 9 de mayo de 2013
Con
motivo de la cantidad de golpizas que recibieron sus hijos desde que se desató
el conflicto por la recuperación del territorio ancestral, el qarashe de la
comunidad Qom de Formosa, Félix Díaz, llamó a sus hermanos a una asamblea para
este sábado 11 de mayo a las 12 hs, con el fin de poner a consideración su
renuncia. (Por Agencia Walsh) Foto: ANRed
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Por
Liliana Giambelluca
Con
motivo de la cantidad de golpizas que recibieron sus hijos desde que se desató
el conflicto por la recuperación del territorio ancestral, el qarashe Félix
Díaz llamó a sus hermanos a una asamblea para este sábado a las 12, con el fin
de poner a consideración su renuncia. "No puedo seguir exponiendo a mis
hijos", manifestó en comunicación telefónica con Agencia Walsh.
El
líder qom está cuidando a su hijo Abelardo de 21 años de edad, quien debió ser
internado en el Hospital de Alta Complejidad Juan Domingo Perón de Formosa,
luego de una golpiza que recibió el pasado viernes por parte de una patota, que
también golpeó a su amigo Carlos Sosa.
Si
bien el joven evoluciona favorablemente, desde un primer momento el qarashe entendió
que las frecuentes golpizas a sus hijos son consecuencia del mandato que
recibió de su comunidad para defender sus derechos, a la vez que responsabilizó
al gobierno provincial de "querer silenciar" los reclamos e intentar
"dividir" a los miembros de la comunidad.
"Si
bien tengo el apoyo de afuera, debo tener el de mi comunidad", agregó a
Agencia Walsh. Por tal motivo llamó a asamblea para este sábado al mediodía.
"Si ellos [la comunidad] me apoyan, yo voy a seguir, de lo contrario,
renuncio", finalizó.
Esta
es la segunda golpiza que recibió Abelardo Díaz. El 28 de junio del año pasado,
un grupo de personas también lo amenazó con degollarlo y lo atacaron con armas
blancas, por lo que también fue hospitalizado por las heridas que le
provocaron.
Sin
embargo, el gobierno formoseño parece tener un protocolo para las golpizas y
los "accidentes" que ocurren en la comunidad qom: 1) las muertes no
se investigan; 2) si hay palizas, deben culpabilizar a las víctimas. En esta
ocasión, se trató de "una gresca entre jóvenes aborígenes que luego de
estar bebiendo durante gran parte de la noche y la madrugada se trenzaron a
golpes" y 3) descalificar al líder Félix Díaz porque denuncia públicamente
la brutalidad del sistema formoseño.
Félix
Díaz era el líder y vocero natural de la comunidad, pero el gobierno nacional y
provincial no lo reconocían como tal para entablar conversaciones vinculadas al
reclamo territorial. En 2011, le solicitaron que se presentara a elecciones y
lo enfrentaron a Cristino Sanabria, abiertamente kirchnerista y férreo defensor
del modelo clientelar de Gildo Insfrán. En elecciones realizadas el 25 de junio
de ese año, Díaz duplicó los votos de su oponente. A partir de ese momento,
comenzaron los ataques a su familia, incluyendo el incendio de sus viviendas.