Una vez más insistimos en que los problemas económico
sociales no se resuelven con represión y que con estos actos se renueva
una cultura represora que se funda en la Conquista Colonial, se mantuvo durante
todo el siglo XX y se potenció durante el periodo del terrorismo de
Estado. El exterminio de la experiencia de las Ligas Agrarias y la Masacre
de Margarita Belen fueron acaso los puntos más altos de la represión que hoy
estamos juzgando.
Ordenado por el vice gobernador Basileff Ivanoff, el
operativo policial tuvo características brutales -más de setenta heridos-
y en el intento de salvar a su hijo, Florentín Díaz montó en su moto y fue
arrollado por una camioneta, perdiendo la vida y la de su hijo de dos años.
La decisión de la Legislatura Chaqueña de postergar su
posicionamiento y el discurso provocador del Ministro de Gobierno que
quiere negar la represión y culpar a Díaz de la muerte de su hijo
ratifican la persistencia de una cultura represora que no se resuelve con
gestos de memoria, como los que se hicieron con motivo de la conmemoración de
la masacre de Margarita Belén, sino con un cambio verdadero en el modo que el
Estado debe asumir los conflictos sociales: resolviendo los reclamos populares
y no reprimiendo.
Es hora que el Gobierno Nacional, en función de la
coherencia que se reclama a quien se proclama ser un gobierno de los derechos
humanos, y en cumplimiento de los Pactos Internacionales de los que el Gobierno
es custodio y garantía de cumplimiento en todo el territorio nacional, de
claras señales de repudio a estos actos y dicte claras reglas que prohíban
estrictamente la represión a los que reclaman en todo el territorio nacional,
no importa si el gobierno local es “amigo” u “opositor”.
La represión en el Borda, el ataque al hijo de Félix Díaz,
los actos represivos del Chaco y Tierra del Fuego de estas horas dan cuenta de
una realidad que con sus más y sus menos se repite en todo el territorio
nacional haciendo de la batalla contra la represión policial, la tortura en
cualquier lugar de encierro, el armado de causas y la ejecución extrajudicial
sumaria conocida como la muerte por “gatillo fácil” sean la agenda real
de los que luchamos por la plena vigencia de los derechos humanos en la
Argentina y el mejor modo de homenajear a las víctimas del Terrorismo de
Estado, muchos de los cuales, luchaban por reivindicaciones similares a las que
levantan los reprimidos del Chaco y el resto del país.
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Liga Argentina por los
Derechos del Hombre