“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque
ellos serán saciados” (San Mateo 5:6),
“Oh, hombre, Dios te ha declarado lo que es bueno. Y que te pide
el Señor: solamente hacer justicia y amar misericordiosamente y ser humilde
ante tu Dios. Miqueas 6: 8
El Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, MEDH, desea
expresar su profunda preocupación ante los siguientes hechos:
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Criminalización de las protestas sociales, cuya expresión
paradigmática es la detención de Milagro Amalia Ángela Sala, en la Provincia de
Jujuy.
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Milagro Amalia Ángela Sala es una dirigente política, social e
indígena argentina, líder de la Organización Barrial Túpac Amaru, integrante de
la Central de los Trabajadores Argentinos y parlamentaria del MERCOSUR.
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En octubre de 2015, Gerardo Morales, de la Unión Cívica Radical
(UCR), fue elegido gobernador de la provincia de Jujuy. Desde hace años,
Morales está enfrentado políticamente con la Organización Barrial Tupac Amaru y
particularmente con la dirigente social Milagro Sala, su principal referente.
Poco después de asumir su cargo el 10 de diciembre, Morales
anunció el reempadronamiento de las cooperativas, una medida que afectaba
directamente a la Tupac Amaru y los otros miembros de la Red de Organizaciones
Sociales de Jujuy. El 14 de diciembre la Red se movilizó a la plaza principal
de San Salvador de Jujuy, frente a la
casa de gobierno provincial, para solicitar la apertura de una mesa de diálogo
entre el poder ejecutivo provincial y las organizaciones sociales. Ese día
comenzó con un acampe. El 16 de enero fue detenida de forma arbitraria. Hasta
el presente Milagro Sala sigue detenida por otras causas, las cuales requiere
de un mayor y exhaustivo proceso judicial. No existen elementos legales en las
causas para justificar su prisión preventiva. Ya que se consideró que no se
demostró que existan en este caso riesgo
de fuga o entorpecimiento de la investigación que justifiquen su privación de
libertad No hay elementos válidos, salvo la especulación política partidista,
de que la libertad de Milagro Sala ocasionaría un perjuicio para el proceso
judicial.
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La situación crítica de las cárceles y el sistema penitenciario en
general, denunciado por el obispo Esteban Laxague, obispo de Viedma e
integrante de la Junta Pastoral del MEDH (entrevista a Página 12 en su edición
del Domingo, 6 de noviembre de 2016).
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El Poder Judicial ha tomado un protagonismo significativo en el
escenario político, no exento de tensiones y contradicciones. Es primordial que
el Poder Judicial obre con ecuanimidad y responda al orden legal, sin olvidar
que su objeto fundamental es el cuidado de la vida y la sensibilidad hacia las
víctimas y los sufrientes. Por momentos, sin embargo, pareciera que tomara
prioridad el juego político, lo cual se evidencia en la doble vara para juzgar,
y la espectacularidad, la incidencia de pasiones y conveniencias, las presiones
corporativas y mediáticas que ponen en riesgo su imparcialidad. Queremos
afirmar nuestra total disposición a respaldar una justicia que busque combatir
el crimen y la corrupción, para lo cual debe evitar su propia corrupción
interna. La corrupción de la justicia no viene sólo de las dádivas o favores
que acepta, sino cuando obra en virtud de preconceptos, intereses de clase o
prejuicios políticos o culturales.
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El Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, MEDH, une su voz
a la de otras organizaciones defensoras
de los Derechos Humanos, sociales, ecuménicas, internacionales para
reclamar la inmediata libertad de la
dirigente social Milagro Sala y la de todos los/as detenidos/as- procesados/as
por participar en protestas sociales.
Junta
Pastoral del MEDH
Noviembre 2016
