Jueves 16 de mayo de 2013
“Monsanto
es responsable de los daños causados de Paul François tras la inhalación del
producto Lasso”, podemos leer en la sentencia del Tribunal de Gran Instancia de
Lyon. En consecuencia, el Tribunal “condena a Monsanto completamente a Paul
François por los daños ocasionados” precisa la sentencia del Tribunal, tras la
consulta a un médico especialista del hospital Rothschild en Paris. Por
Tercera Información
“Monsanto
es responsable de los daños causados de Paul François tras la inhalación del
producto Lasso”, podemos leer en la sentencia del Tribunal de Gran Instancia de
Lyon. En consecuencia, el Tribunal “condena a Monsanto completamente a Paul
François por los daños ocasionados” precisa la sentencia del Tribunal, tras la
consulta a un médico especialista del hospital Rothschild en Paris.
El
27 de abril de 2004, Paul François, un agricultor de cereales de Bernac
(Charentes) de 47 años de edad está incapacitado, habiendo recibido en la cara
los vapores de Lasso, un potente pesticida producido por el líder mundial de la
agroquímica, al abrir la cuba de un vaporizador. De repente tuvo nauseas y
después problemas de salud como (tartamudear, vértigo, dolor de cabeza,
problemas musculares…) obligándole a dejar su trabajo durante casi un año. En
mayo de 2005, un año después de haber inhalado los vapores, los análisis
revelaron en su organismo residuos de monoclorobenzeno, un disolvente presente
en un 50% en el producto Lasso, al lado del principio activo del anacloro. Tres
años más tarde, el que se ha convertido en el portavoz de las víctimas de los
pesticidas, la justicia le reconoció que sus problemas de salud como una
enfermedad profesional por la Mutua social agrícola. Entonces puso una demanda
por la vía civil contra Monsanto.
La
Audiencia de la Cámara 4 de lo civil del TGI de Lyon, el 12 de diciembrre de
2011, su abogado François Lafforgue, reprochó a Monsanto de haber “ hecho todo
por dejar el producto le Lasso en el mercado” mientras que su peligrosidad se
estableció en los años 80, cuando se prohibió en Canadá, en Reino Unido o en
Belgica. Sólo en 2007, se retiró del mercado francés. Según Lafforgue, Monsanto
no habría cumplido con su obligación de información al no detallar la
composición del producto en la etiqueta y al no advertir de los riesgos ligados
a la inhalación, ni a la obligación de llevar una mascarilla.
El
abogado de Monsanto, Jean-Philippe Delsart, pose en duda la veracidad de la
intoxicación, subrayando que los problemas de salud sólo aparecieron meses
después.