“El Señor va delante de ti. Él estará
contigo, y no te dejará ni te desamparará.
No temas ni te intimides.”
Deuteronomio 31:8 (RVC)
Queridas
hermanas y hermanos,
La Junta
Directiva del CLAI, reunida en Lima, Perú, del 9 al 13 de abril, les saluda en
el amor de nuestro Señor,
que nos fortalece en medio de las dificultades y nos devuelve la esperanza
frente a los dolores e
incertidumbres que sobrevienen en un contexto de cambios como el que estamos viviendo.
Ante los
desafíos para la vida y la esperanza de nuestra América Latina y el Caribe
plena y diversa, recordamos que
no estamos solos ni desamparados como dice el Deuteronomio. Por eso gritamos fe y esperanza
para un mundo nuevo con vida plena para todos y todas.
Nuestra reunión
ha coincidido con las elecciones
presidenciales en Perú, y hemos podido escuchar los anhelos y
preocupaciones del pueblo atravesado por situaciones que también afectan a
otros países del
continente como la homogeneización de la cultura, la fuerza de los medios
masivos de comunicación utilizada
por grupos de
poder, nuevos avances
en tratados de libre
comercio, la promoción del
endeudamiento, gobernantes ligados a grupos de poder económico, crecimiento de la violencia,
las economías ilícitas y la corrupción.
Un tema
que nos ha
conmovido particularmente es
la situación de
fragilidad de nuestras democracias y el
delicado momento que atraviesa Brasil, testimoniado con profunda preocupación por sus
representantes en esta Junta. Vemos como luego de un tiempo de esperanza con
gobiernos progresistas que
sacaron de la pobreza a millones de personas surgen, uno tras otro, gobiernos neoliberales que
los vuelven a sumergir en el dolor.
Estas
situaciones que atentan contra la libertad y la vida plena y digna de nuestros
pueblos nos llaman a
trabajar por fortalecer
nuestras democracias y
en particular los
distintos poderes del Estado. Es
necesario construir nuevos
pactos sociales sostenidos
en la búsqueda
de acuerdos y diálogos que
busquen el Bien Común, fortalecidos en la confianza del Señor que marcha
delante de
nosotros y no
nos desampara. Nos unimos a la esperanza del pueblo colombiano de lograr poner
fin al conflicto
armado que han
vivido por más
de 50 años.
El CLAI invita
a las iglesias
y familia
ecuménica a orar
para que en Colombia se logre una paz que sea fruto de la justicia como enseña
la Biblia.
De igual manera,
nos sigue doliendo la situación de violencia que sufren nuestros pueblos en el continente
generadas a partir de la desigualdad extrema que produce exclusión social,
narcotráfico y crímenes
de diversa índole
sobre todo en
la población más
joven de Centroamérica particularmente.
Nos conmueven
los tremendos efectos de la naturaleza que arrasan con pueblos enteros, muchos de ellos
provocados por las
acciones humanas de
falta de respeto
con la Tierra,
"nuestra casa común"
poniendo en primer plano, una vez más, el mercado y la ganancia. Como CLAI
queremos caminar con las
iglesias, organismos ecuménicos y sectores sociales en la búsqueda de
alternativas que nos permitan
ser buenos cuidadores de la creación de Dios. Oramos especialmente por Ecuador, Chile,
Uruguay, Argentina, y Brasil que están
atravesando situaciones dolorosas y llamamos a la solidaridad de
todo el continente y a la de nuestros hermanos y hermanas de otras
regiones para cuidar la vida
en medio de estas catástrofes y para comprometernos en incidencia y acciones en favor de la vida
del planeta.
Comprobamos que
nuevos fundamentalismos atraviesan y dividen a nuestros pueblos impidiendo el diálogo y las
búsquedas de acuerdos en favor de la vida. Animamos a todas las iglesias a
trabajar en pos de animar
el diálogo, los procesos de paz y de encuentro.
Las reuniones de
la Junta Directiva son un espacio de
compartir y de bendición que nos permite tener una
muestra de la realidad de América Latina y el Caribe, y tenemos la posibilidad
de escuchar acerca de los
anhelos, esperanzas y alegrías, así como también de las tristezas, dolores y
angustias que nuestra
gente atraviesa, sintiéndonos más cercanos a cada persona, en especial de
quienes más sufren en estas
tierras. Los pasados han sido días de arduo y fructífero trabajo en la
elaboración de un Plan
Estratégico del CLAI
para el período
2016-2020, así como
de una nueva
forma de funcionamiento
administrativo y financiero. Con confianza esperamos que esta nueva estructura sirva de manera
más eficiente al trabajo del CLAI.
Somos
conscientes de los desafíos y sabemos que juntos y juntas, en solidaridad y
amor, podemos superar las
dificultades como tantas veces lo hemos hecho a lo largo de la historia. Como
cristianas y cristianos
estamos seguros de que atentos a la voz de Dios y dispuestos a seguir su
voluntad para con todas y
todos, Dios está con nosotros y guiará la búsqueda de los cambios necesarios
para que un nuevo mundo,
en el que todas y todos disfruten del buen vivir y la vida plena.
“Que el Señor de
paz mismo les dé paz siempre y en toda circunstancia. Que el Señor esté con
todos
ustedes.” 2 Tes
3:16 (RVC).