Los Obispos de la Patagonia, reunidos en Neuquén, en el marco del
acostumbrado encuentro de mitad de año, nos ha parecido importante sumar
nuestro aporte sobre la conveniencia o no de instalar una planta
nuclear en la Patagonia, y más concretamente en la Provincia de Rio
Negro.
Lo hacemos en el espíritu que nos señala el papa
Francisco en la Laudato si’: la Iglesia no pretende definir las
cuestiones científicas, ni sustituir a la política, pero sí invitar a un
diálogo y debate honesto y trasparente, para que las necesidades
particulares o las ideologías no afecten al bien común (cf. LS 188).
Reconocemos los argumentos que se presentan a favor de dicha planta nuclear. Entre ellos:
• la necesidad que tiene el país de más energía eléctrica
• la oportunidad laboral que brindará esa planta
• la urgencia de generar otros tipos de energía que no emita gases de efecto invernadero
• los insumos médicos que se obtienen
Pero al mismo tiempo tenemos que considerar también los argumentos que se presentan en contra de esta instalación:
• produce residuos radioactivos peligrosos por mucho tiempo
• implica un costo muy alto
• las consecuencias de una falla o accidente son gravísimas e irreparables
• la poca confianza en la efectividad de los controles
La
Patagonia tiene un potencial natural que no puede ser puesto en
peligro. Por eso nos provoca perplejidad este proyecto cuando en varios
países se abandona este modo de producir energía.
Son temas no
resueltos y que por lo tanto merecen el compromiso de todos en un debate
interdisciplinario, honesto y transparente.
Acabamos de
celebrar el Bicentenario de nuestra Patria, con un renovado compromiso
de ser siempre más protagonistas de nuestro destino.
Este
emprendimiento surgió al margen del conocimiento de la mayoría de los
ciudadanos. En una cuestión de tanta trascendencia ningún gobierno debe
decidir cerrándose en un círculo restringido Como pastores de la región
Patagonia – Comahue expresamos nuestra postura: consideramos que hoy no
están dadas las condiciones para realizar este emprendimiento.
Es
imprescindible que en todo emprendimiento en la Patagonia, actual o
futuro, se tenga en cuenta la protección de los habitantes y el cuidado
de la casa común.
Invocamos a Dios Padre para que podamos vivir este momento con responsabilidad y magnanimidad.
Mons.
Virginio D. Bressanelli SCJ, obispo emérito y administrador diocesano
de Neuquén; Mons. Fernando Croxatto, obispo electo de Neuquén; Mons.
Marcelo A. Cuenca, obispo de Alto Valle del Río Negro; Mons. Juan José
Chaparro CMF, obispo de San Carlos de Bariloche; Mons. Miguel Ángel
D’Annibale, obispo de Río Gallegos; Mons. Joaquín Gimeno Lahoz, obispo
de Comodoro Rivadavia; Mons. Esteban M. Laxague SDB, obispo de Viedma;
Mons. José Slaby C.SS.R., obispo de Esquel; Mons. Fernando M. Bargalló,
obispo emérito de Merlo-Moreno; Mons. Miguel E. Hesayne, obispo emérito
de Viedma; Mons. Marcelo A. Melani SDB, obispo emérito de Neuquén; Mons.
Néstor H. Navarro, obispo emérito de Alto Valle del Río Negro; Mons.
José Pedro Pozzi SDB, obispo emérito de Alto Valle del Río Negro.+