Sabin Arana, Josu Ibargutxi, José
Galante Chato y Manolo Blanco viajan hoy a Argentina con un equipaje cargado de
testimonios propios y ajenos, de sentencias, de juicios políticos, de torturas,
de consejos de guerra... El lunes se lo harán llegar a la juez argentina María
Servini de Cubría.
Ainara
LERTXUNDI
Los cuatro comparten un pasado militante y de represión, y
su esperanza de que la querella interpuesta ante la juez María Servini de
Cubría sirva, al menos, para poner voz a los represaliados del franquismo, a
los consejos de guerra, a los fusilamientos de 1975, a las torturas, al
Tribunal de Orden Público, a las detenciones... Realidades que desfilarán por
el despacho de Servini de Cubría en el Juzgado Federal número 1 de Comodoro Py,
en Buenos Aires. La magistrada, que en junio tiene previsto viajar a Madrid
para profundizar en la querella por los crímenes del franquismo, les tomará
declaración el lunes a partir de las 11.00.
Sabin Arana y Josu Ibargutxi, miembros de la asociación de
expresos franquistas Goldatu, y José Galante Chato y Manolo Blanco, de La
Comuna, le expondrán su testimonio personal así como el de decenas de
compañeros y de otros que ya no están para contarlo, como Salvador Puig Antich
y Humberto Baena, fusilados en 1974 y 1975.