(Por La Retaguardia) Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella recibieron hoy condenas de prisión perpetua en cárcel común e inhabilitación absoluta, al ser considerados autores mediatos del asesinato del Obispo y de la tentativa de homicidio de Arturo Pinto, el sacerdote que lo acompañaba en la ruta que une Chamical con la capital riojana aquel 4 de agosto de 1976, cuando el auto en el que viajaban volcó tras ser embestido intencionalmente por otro vehículo. El Tribunal Oral Federal de La Rioja revocó además las prisiones domiciliarias que tenían los dos represores y dispuso que sean alojados en la cárcel de Bower, que depende del Servicio Penitenciario de Córdoba.
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Mucha gente esperó el fallo con
ansiedad (Foto: Radio Voces-RNMA) |
“Enrique Angelelli volvía desde Chamical, había ido después del
asesinato de Carlos y Gabriel, estuvo los nueve días en el novenario de
los dos sacerdotes, estuvo en el momento del sepelio y el entierro”,
contó Lucila Maraga, ex presa política, a Oral y Público.
Carlos y Gabriel son Carlos Murias y Gabriel Longueville, los dos
sacerdotes que pertenecían a la orden de Angelelli, y fueron
secuestrados y acribillados el 18 de julio de 1976.
Mientras el Obispo estuvo en Chamical recogió testimonios de personas
del lugar sobre estos asesinatos. “Cuando regresaba, junto con Arturo Pinto, que en aquel momento era sacerdote, y según lo que declaró el
mismo Pinto, sorpresivamente salió un vehículo y les hizo una encerrona que es lo que provocó el vuelco del auto. Nosotros sabemos que a Angelelli se lo sacó del auto, se lo arrastró y asesinó. Y esto se comprueba porque los mismos peritos de la policía dicen que el cuerpo estaba a una distancia de quince metros del vehículo y en una posición que era imposible si el cuerpo hubiera sido eyectado, es decir estaba
acomodado, con los brazos en cruz; claramente sabíamos eso nosotros y ahora quedó comprobado que fue sacado y rematado ya en el asfalto. Los peritos que hicieron la autopsia, no la primera que es la que sostiene
la complicidad del accidente de tránsito sino una posterior, dijeron que se encuentra en la cabeza de monseñor un fuerte golpe en el asfalto, es decir que se tomó su cabeza y la golpearon contra el asfalto, esa es una de las teorías. En el juicio la querella y la fiscalía tuvieron la habilidad de romper la teoría de las defensas de los dos imputados que hablaban de un accidente vial, no tomando el hecho como un crimen de
lesa humanidad. Entonces hacían como que si no hubiera existido el contexto histórico y toda la persecución hacia la pastoral de Angelelli, que quedó demostrada a partir de los testimonios escuchados durante las
audiencias. Lo concreto de todo esto es que Angelelli fue asesinado, que fue un accidente provocado para que esto suceda”, agregó Maraga.
Cartas al Vaticano