lunes, 9 de mayo de 2016

Carta Pastoral a las Iglesias y Organismos ecuménicos de América Latina y el Caribe



“El Señor va delante de ti. Él estará contigo, y no te dejará ni te desamparará.
No temas ni te intimides.”
Deuteronomio 31:8 (RVC)

Queridas hermanas y hermanos,

La Junta Directiva del CLAI, reunida en Lima, Perú, del 9 al 13 de abril, les saluda en el amor de nuestro Señor, que nos fortalece en medio de las dificultades y nos devuelve la esperanza frente a los dolores e incertidumbres que sobrevienen en un contexto de cambios como el que estamos viviendo.
Ante los desafíos para la vida y la esperanza de nuestra América Latina y el Caribe plena y diversa, recordamos que no estamos solos ni desamparados como dice el Deuteronomio. Por eso gritamos fe y esperanza para un mundo nuevo con vida plena para todos y todas.
Nuestra reunión ha  coincidido con las elecciones presidenciales en Perú, y hemos podido escuchar los anhelos y preocupaciones del pueblo atravesado por situaciones que también afectan a otros países del continente como la homogeneización de la cultura, la fuerza de los medios masivos de comunicación  utilizada  por  grupos  de  poder,  nuevos  avances  en  tratados  de  libre  comercio,  la promoción del endeudamiento, gobernantes ligados a grupos de poder económico, crecimiento de la violencia, las economías ilícitas y la corrupción.

Un  tema  que  nos  ha  conmovido  particularmente  es  la  situación  de  fragilidad  de  nuestras democracias y el delicado momento que atraviesa Brasil, testimoniado con profunda preocupación por sus representantes en esta Junta. Vemos como luego de un tiempo de esperanza con gobiernos progresistas que sacaron de la pobreza a millones de personas surgen, uno tras otro, gobiernos neoliberales que los vuelven a sumergir en el dolor.
Estas situaciones que atentan contra la libertad y la vida plena y digna de nuestros pueblos nos llaman  a  trabajar  por  fortalecer  nuestras  democracias  y  en  particular  los  distintos  poderes  del Estado.  Es  necesario  construir  nuevos  pactos  sociales  sostenidos  en  la  búsqueda  de  acuerdos  y diálogos que busquen el Bien Común, fortalecidos en la confianza del Señor que marcha delante de
nosotros y no nos desampara. Nos unimos a la esperanza del pueblo colombiano de lograr poner fin al  conflicto  armado  que  han  vivido  por  más  de  50  años.  El  CLAI  invita  a  las  iglesias  y  familia
ecuménica a orar para que en Colombia se logre una paz que sea fruto de la justicia como enseña la Biblia.
De igual manera, nos sigue doliendo la situación de violencia que sufren nuestros pueblos en el continente generadas a partir de la desigualdad extrema que produce exclusión social, narcotráfico y  crímenes  de  diversa  índole  sobre  todo  en  la  población  más  joven  de  Centroamérica particularmente.
Nos conmueven los tremendos efectos de la naturaleza que arrasan con pueblos enteros, muchos de  ellos  provocados  por  las  acciones  humanas  de  falta  de  respeto  con  la  Tierra,  "nuestra  casa común" poniendo en primer plano, una vez más, el mercado y la ganancia. Como CLAI queremos  caminar con las iglesias, organismos ecuménicos y sectores sociales en la búsqueda de alternativas que nos permitan ser buenos cuidadores de la creación de Dios. Oramos especialmente por Ecuador, Chile, Uruguay,  Argentina, y Brasil que están atravesando situaciones dolorosas y llamamos a la solidaridad de todo el continente y a la de nuestros hermanos y hermanas de otras regiones  para cuidar la vida en medio de estas catástrofes y para comprometernos en incidencia y acciones en favor de la vida del planeta.
Comprobamos que nuevos fundamentalismos atraviesan y dividen a nuestros pueblos impidiendo el diálogo y las búsquedas de acuerdos en favor de la vida. Animamos a todas las iglesias a trabajar en pos de animar el diálogo, los procesos de paz y de encuentro.
Las reuniones de la Junta Directiva son  un espacio de compartir  y de bendición que nos permite tener una muestra de la realidad de América Latina y el Caribe, y tenemos la posibilidad de escuchar acerca de los anhelos, esperanzas y alegrías, así como también de las tristezas, dolores y angustias que nuestra gente atraviesa, sintiéndonos más cercanos a cada persona, en especial de quienes más sufren en estas tierras. Los pasados han sido días de arduo y fructífero trabajo en la elaboración de un  Plan  Estratégico  del  CLAI  para  el  período  2016-2020,  así  como  de  una  nueva  forma  de funcionamiento administrativo y financiero. Con confianza esperamos que esta nueva estructura sirva de manera más eficiente al trabajo del CLAI.
Somos conscientes de los desafíos y sabemos que juntos y juntas, en solidaridad y amor, podemos superar las dificultades como tantas veces lo hemos hecho a lo largo de la historia. Como cristianas y cristianos estamos seguros de que atentos a la voz de Dios y dispuestos a seguir su voluntad para con todas y todos, Dios está con nosotros y guiará la búsqueda de los cambios necesarios para que un nuevo mundo, en el que todas y todos disfruten del buen vivir y la vida plena.
“Que el Señor de paz mismo les dé paz siempre y en toda circunstancia. Que el Señor esté con todos
ustedes.” 2 Tes 3:16 (RVC).