Por Darío Aranda
La Presidenta, las
elecciones, Insfrán, el extractivismo, la violación de derechos, los asesinatos
de indígenas y campesinos.
“Esto es el ocultamiento y la distorsión permanente...
acá lo diviso a Gildo Insfrán, y esto va para propios y extraños. Me entero
(ayer) de que en la comunidad qom de La Primavera (...) habíamos ganado con el
66 por ciento de los votos. La verdad que Gildo te lo hago como un
reconocimiento ante tanta mentira y tanta distorsión”, celebró la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner. Y dio el golpe más bajo: “Los qom no viven en
la televisión ni en la radios ni los diarios, los qom no viven en conferencias
de prensa, en la avenida 9 de Julio, ahí no viven”.
Es
difícil encontrar registro de una situación similar: un Presidente de Argentina
refiriéndose en esos términos (sarcásticos, violentos, hirientes) sobre un
pueblo (y un líder) indígena. Es una relación de fuerzas muy desigual.
Gobernadores,
funcionarios y militantes celebraron los dichos presidenciales. Y aplaudieron.
Antecedentes
El
abuelo qom Roberto López fue asesinado el 23 de noviembre de 2010 en la ruta
86. La Policía de Formosa, con complicidad de Gendarmería Nacional, reprimió a
la comunidad Potae Napocna Navogoh (La Primavera). Decenas de heridos,
viviendas incendiadas (por la misma Policía) y palos para todos y todas. Dos
días después, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner compartió una
videoconferencia con Gildo Insfrán, transmitida en directo por Canal 7. Abundaron
las sonrisas y felicitaciones mutuas. No hubo mención a la feroz represión, que
en ese mismo momento daba sepultura al abuelo qom.
El
reclamo territorial, que es la raíz de la lucha qom, nunca fue atendido por el Gobierno
Nacional. La comunidad tuvo que trasladarse a Capital Federal, acampar en
Avenida de Mayo y 9 de Julio (donde fueron desalojados por La Cámpora),
lograron una “mesa de diálogo” que nunca plasmó en hechos concretos los
derechos de la comunidad.
Lo
que sí obtuvo la comunidad Potae Napocna Navogoh fue un recrudecimiento de la
represión. Sólo una muestra:
- El 28 de junio de 2012, una patota atacó a Abelardo Díaz, hijo de Félix Díaz. Los agresores tenían armas blancas. Amenazaron con degollar a Díaz, que terminó en el hospital local con lesiones varias.
- El 9 de agosto atropellaron a Félix Díaz. Fue al mediodía en la ruta a la altura Laguna Blanca, cuando iba en ciclomotor. Siete puntos en la frente, fuertes golpes en el brazo, piernas y pecho. La camioneta que lo chocó no se detuvo. “No fue accidente. Fue por nuestro reclamo territorial. En Formosa es habitual que maten a quienes exigen sus derechos. Los responsables son el gobernador (Insfrán) y el Gobierno Nacional”, denunció Díaz.
- El domingo 9 de diciembre, cuando en Plaza de Mayo se celebraba “el día de la democracia”, en Formosa volvió a producirse un “accidente”. Otra vez, la muerte fue para los qom. Lila, de 10 meses, y Celestina, su abuela, de 49 años. Las nuevas víctimas que se suman a la lista de asesinatos indígenas. Fueron atropelladas por un gendarme, en la ruta 86, Formosa. Celestina murió en el momento, sobre el asfalto. Lila falleció el mediodía siguiente. Ricardo Coyipé, abuelo y esposo, también atropellado, denunció que “no fue accidente, lo hizo a propósito” y precisó que el gendarme –lejos de auxiliarlo– lo pateó en el piso y amenazó para que no realizara la denuncia. Coyipé es un reconocido defensor de los derechos qom. “Me pegó, me puteó, me dijo que era un indio de mierda. Y mi nietita estaba ahí, agonizando”, denunció Coyipé. “La policía dice que fue accidente. Es la misma policía que nos reprimió, que nos amenaza y que incendió nuestras casas. No fue accidente. Los Cardozo están enojados porque no los dejamos entrar a nuestra tierra. Y no lo vamos a dejar entrar, es nuestro derecho”, afirmó Laureano Sanagachi, “qaratagala” (segundo líder –luego de Félix Día–) de la comunidad.
- El 10 de enero de 2013, Juan Daniel Díaz Asijak, de 16 años y sobrino de Félix Díaz, falleció luego de cuatro días de internación. “La policía me dijo que mi hijo estaba ebrio y tuvo un accidente en la moto. No le creemos. Y los médicos nos dijeron que fue una golpiza”, denunció Pablo Asijak, padre del joven. Y alertó: “Nos matan por nuestra lucha por la tierra”.
Insfrán
Gildo
Insfrán se mantiene en el poder de Formosa desde 1987. Fue ocho años
vicegobernador, y desde 1995 es gobernador. Fue menemista, tuvo buena relación con
la Alianza, fue duhaldista y kirchnerista de la primera hora.
En
octubre de 20011, Gildo Insfrán inauguró una estatua de Néstor Kichner. Viajó
el ministro de de Planificación, Julio De Vido.
En
enero de 2012 operaron a Insfrán de tiroides (intervención similar a la que
tuvo la Presidenta). El 1 de febrero, en cadena nacional, Cristina Fernández de
Kirchner lo saludó: “Quiero aprovechar para saludar al gobernador de Formosa,
que de tan oficialista que es también le tuvieron que sacar la tiroides (…). Eso
es para que digan que es muy oficialista, pero realmente ojalá que se mejore
pronto y le mandamos un beso muy grande”.
El
25 de mayo, en el acto oficial, la Presidenta estaba escoltada por el
gobernador de Formosa. “Somos un Gobierno que también nos hemos hecho cargo del
costo político que significa no reprimir a un solo argentino porque corta una
calle o porque piensa distinto”, arengó la Presidenta. Gildo Insfrán permaneció
impávido.
Félix
Díaz recordó el 23 de noviembre de 2010 y la seguidilla de acciones violentas
contra la comunidad. Y le hizo una solicitud pública: “Le pido a la Presidenta
que no nos repriman, ni el gobierno nacional ni los provinciales, con
gobernadores que muchas veces son sus aliados. Le pido a la Presidenta que se
cumplan las leyes nacionales e internacionales que nos protegen. Hoy,
lastimosamente, no se nos respeta. Sobre todo le pido a la Presidenta que
respete los derechos humanos de los pueblos indígenas y que no nos repriman
más”.
Elecciones
Un
día antes del acto de la Presidenta, los colegas del sitio Comunicación
Ambiental habían alertado sobre la propaganda de Insfrán y de algunos medios
porteños. “En las últimas horas, medios oficialistas de Formosa publicaron de
forma tendenciosa la información que, en la Comunidad La Primavera, el Frente
para la Victoria ganó las elecciones. Si bien el dato no es falso, un análisis
contextualizado nos dice que en estas elecciones (PASO) participaron 443
personas, de las que el FpV obtuvo 291 votos. Por el contrario, en las
elecciones comunitarias votaron 979 personas, de las cuales 610 eligieron a
Félix Díaz como qarashe. Los números comparados hablan por sí solos”,
explicaron.
Félix
Díaz explicó que en la escuela donde surge esa estadística no vota buena parte
de la comunidad y afirmó que “los votos que decía la Presidenta no son
indígenas, son criollos. A la mayoría de nuestros hermanos en lucha no le
llegaron los DNI” (muchos de ellos quemados en la represión de 2010).
Pero,
dejando de lado por un momento la explicación de Díaz y el detalle otorgado por
Comunicación Ambiental, si en la comunidad La Primavera hubiera ganado el
oficialismo: ¿Eso niega la sistemática represión? ¿Votar a Insfrán quita
legitimidad a los reclamos territoriales?
La
Presidenta nunca se había referido explícitamente a la comunidad Potae Napocna
Navogoh. Hizo falta que (supuestamente) una elección fuera favorable al
oficialismo para visibilizarlos en un acto oficial y explicitar su apoyo (una
vez más) al Gobernador.
La
publicación Garganta Poderosa, “revista de cultura villera y brazo
literario del movimiento La Poderosa”, aportó su mirada: “Si nos tocara vivir
la realidad que vimos en la comunidad La Primavera, seguramente muchos
hubiéramos debido votar a Gildo Insfrán, por temor, por necesidad o por la
misma violación cultural que hace ganar al macrismo en distintas villas de
Capital. ¿O alguien piensa decir que sigue grande la brecha, ‘porque los pobres
se expresaron en las urnas y se definieron de derecha’? Bueno, los qom tampoco,
porque estas elecciones comerciales y occidentales que perpetúan a los señores
feudales son tan impropias de los pueblos originarios como la televisión, la
iglesia o los diarios. Por eso, nosotros no hablamos a nombre de la cultura
qom, gane quien gane o pierda quien pierda, pero tenemos muy claro que Macri e
Insfrán son la misma mierda”.
Twitts
Ayer
por la tarde, luego del discurso público, la Presidenta escribió una decena de
twitts. Tres referidos a La Primavera.
- “Y la victoria FPV en ‘La Primavera’ de los Qom? ¿Te acordás de los cortes en la 9 de Julio? Cámaras por todas partes. Conferencias de prensa…”
- “Pero si hasta llevaron a un cacique a ver al Papa y fue tapa del monopolio (Clarín, claro). ¿Cómo que no son importantes?”.
- “Y la verdad que a estos la Antártida y los Qom les importan un comino”.
Según
la mirada de la Presidenta, a Félix Díaz lo “llevaron” a Roma. Lo subestima, lo
cree inferior.
Es
la misma línea argumentativa que la Presidenta exhibió en la histórica reunión
de mayo de 2010, cuando recibió a una veintena de dirigentes indígenas luego de
una histórica y multitudinaria marcha.
La
Presidenta les advirtió que priorizaría la actividad petrolera por sobre las
comunidades y les pidió ser “inteligentes” para aceptar los avances de la
modernidad. Fue la confirmación de que el modelo extractivo (ejemplificado con
el petróleo) iba a tener prioridad por sobre territorio indígena. El discurso
de la Presidenta duró 14 minutos y 57 segundos. Llamó en nueve oportunidades a
ser “inteligentes” para negociar y aceptar los cambios. También llamó a ser
“realistas” y “sensatos”.
La
definición de “racismo” de la Real Academia: “Doctrina antropológica o política
basada en este sentimiento y que en ocasiones ha motivado la persecución de un
grupo étnico considerado como inferior”.
Qom
Félix
Díaz fue entrevistado el mismo miércoles a la tarde en Am Continental 590.
- “A la Presidenta no le interesó ni le importó la problemática indígena, nos dejó sufrir a la intemperie (en el acampe de 2010)”.
- “Nunca la escuchamos repudiar la muerte de indígenas tanto en Chaco como en Formosa”.
- Y recordó el fondo del asunto y la lucha: “Seguimos esperando que ordene a sus funcionarios a relevar los territorios (indígenas) y que nos devuelvan la tierra. Seguimos esperando esa voluntad que debiera tener”.
Derechos
Humanos
El
Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Asamblea Permanente de
Derechos Humanos (APDH), el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), Amnistía
Internacional y Madres de Plaza de mayo son algunas de las organizaciones de
derechos humanos que han denunciado a Gildo Insfrán, han respaldado el reclamo
de La Primavera y pedido diálogo a la Presidenta.
En
mayo pasado, luego de un ataque al hijo de Félix Díaz, los organismos de
derechos humanos realizaron una conferencia de prensa. Exigieron el fin de la
violencia. “Hemos intentado llegar a la Presidenta y no hubo respuesta. El
silencio nos ofende y nos humilla”. El cuestionamiento, en tono triste pero
también con enojo, provino de una de las referentes de los derechos humanos en
Argentina, Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
En enero pasado, un grupo de intelectuales y
personalidades de la cultura escribieron una carta abierta a la presidenta de
la Nación. “Nos encontramos ante una escalada de violencia donde se exhibe la
poca o nula capacidad de acción del Estado para arbitrar adecuadamente estos
conflictos, violencias y abuso de derechos que hoy sufren los pueblos
indígenas”, denuncia el documento firmado (entre otros) por el escritor
uruguayo Eduardo Galeano y el periodista e historiador Osvaldo Bayer.
La extensa carta repasa hechos históricos que
golpearon a los pueblos originarios, argumenta de manera concreta sobre las
falencias del Estado y propone políticas activas para revertir la situación.
Siempre en un tono respetuoso y con argumentos, interpela a la Presidenta: “Se
trata de un problema de extensión nacional y se ha venido incrementando
dramáticamente en tiempos recientes. Todas las víctimas pertenecen a una región
que se ha convertido en los últimos años en una renovada frontera de expansión
económica principalmente para grandes grupos económicos ligados a los
agronegocios, el petróleo y aunque en menor medida, el turismo. Muchas de las
víctimas habían denunciado amenazas y abusos de la gendarmería nacional y
distintos grupos armados, tanto policiales como parapoliciales. Los
accidentes dudosos y los asesinatos han recrudecido en los últimos tres años”.
“Si en un país como el nuestro,
poblado por decenas de pueblos indígenas que son parte de la ciudadanía, se
permite que se los siga asesinando, o que aparezcan muertos en situaciones
altamente sospechosas y no se ponen todas las herramientas posibles a favor de
la verdad, queda claramente afectada la política de derechos humanos que la
mayor parte de la sociedad saluda, apoya y acompaña”, afirma el escrito.
Firmado por miles de personas en pocos días, pide
que se investiguen los asesinatos, que se cumplan las leyes que protegen los
derechos de los pueblos indígenas, que intervenga en el modelo extractivo que
avanza sobre las comunidades y solicita a la Presidenta: “Es urgente y
necesario que el Gobierno Nacional condene moral y públicamente estos hechos
aberrantes”.
No hubo ninguna respuesta de
funcionarios del gobierno nacional.
Originarios
Cumbre
Nacional de Pueblos y Organizaciones Indígenas fue el nombre del encuentro
inédito que se realizó durante tres días en Formosa, en junio pasado. “Exigimos
que los derechos humanos lleguen también a los pueblos indígenas. Y no pueden
llegar si los gobiernos apoyan a las petroleras, mineras y multinacionales
sojeras”, resumió José Quintriqueo, werquén (vocero) de la Confederación
Mapuche de Neuquén (CMN). La Cumbre cerró con una marcha por las calles
formoseñas, caminata de dos horas, donde sobresalió una consigna: “Territorio
robado será recuperado”. Al llegar frente a la Casa de Gobierno provincia, un
grito unánime: “Asesino”.
“Los
discursos de soberanía, políticas nacionales y populares se caen a pedazos
cuando comprobamos que volvemos a ser meros proveedores de materia prima para
el mercado global. Lo que arrancó en la década del 90 se acentúa a ritmos
imparables, siendo nuestros territorios los más atacados”, afirma el documento
final de la Cumbre, a la que asistieron quince pueblos indígenas de 16
provincias, convocadas por el Consejo Plurinacional Indígena y que explicita
que el eje central fue el territorio y la avanzada del extractivismo (petróleo,
minería, agronegocios, forestales) sobre territorios campesinos e indígenas.
“Las
situaciones trágicas en territorios indígenas se suceden sin que ningún nivel
de gobierno le dé la magnitud que corresponde. Es más sencillo lograr mantener
esa realidad oculta”, comienza el texto. Puntualiza que en los últimos meses
fueron muerto Natalia Lila Coyipe (11 meses), Imer Flores (12 años) y Daniel
Asijak (16 años), del Pueblo Qom de Formosa y Chaco. “Todos muertos
violentamente. Menores de edad, como para ver que ya no hay contemplaciones de
ningún tipo”, denuncia y afirma: “Vivimos una nueva recolonización del
capitalismo global. Y trabajamos para sacarnos de encima un Estado que sigue
siendo colonial, que dos siglos después nos sigue excluyendo”.
Elegir
Uno
de los spots de campaña del Frente para la Victoria muestra a la Presidenta
emocionada frente a Eyen, un niño kolla (en un acto en Tecnopolis), cuando
recitó el poema “No te rías de un Kolla”, clásico texto de Fortunato Ramos que
apunta al racismo del que son víctimas los pueblos indígenas. “No te rías de un
kolla que busca el silencio, que en medio de lajas cultiva sus habas y allá, en
las alturas, en donde no hay nada, ¡así sobrevive con su Pachamama!”, reza el
texto.
En
1 de agosto, en Jujuy y en un acto público, la Presidenta homenajeó a la
Pachamama (la madre tierra para los pueblos indígenas andinos). Rodeada de
militantes y cámaras de televisión, se arrodilló en la tierra y tributó
alimento y bebida a la Pacha. Junto a ella, Eduardo Fellner, gobernador de
Jujuy y presidente de la Organización Federal de Estados Mineros (Ofemi),
espacio creado por el gobierno nacional para impulsar la megaminería.
Emocionarse
ante un niño kolla y tributar a la Pachamama. Pactar con Chevron, abrazar a
Monsanto y Barrick Gold. Respaldar a Gildo Insfrán. Menospreciar a indígenas en
lucha (sean “inteligentes”), atacar a Félix Díaz y, sobre todo, no condenar los
asesinatos de indígenas y campesinos.
El
eslogan de campaña del Frente para la Victoria afirma: “En la vida hay que
elegir”.
La
Presidenta ayer fue muy clara de qué lado está. Y eligió escribir una de las
páginas más tristes en la historia de la relación de un Poder Ejecutivo y los
pueblos originarios.