Una causa demorada
Finalmente, las videoconferencias
entre familiares de víctimas del franquismo y la jueza María Romilda Servini de
Cubría, en el marco de la querella argentina, fueron suspendidas. Según el
diario Público, el consulado argentino en Madrid no recibió notificación
oficial de que las comparecencias debían producirse ayer. La magistrada había
expedido una notificación el 11 de abril indicando que dos semanas después
debía tomar declaración testimonial a los tres primeros familiares, en el marco
de una causa por genocidio y/o crímenes de lesa humanidad cometidos en España
durante el franquismo. Sin embargo, la cédula no llegó al consulado de
Argentina en Madrid y se desconoce en qué punto del proceso se perdió.
En un comunicado, los familiares
–nucleados en la red ciudadana en apoyo de la querella (Aqua)– junto a los
abogados argentinos Ana Messuti (foto con Pablo Mayoral, una de las víctimas) y
Carlos Slepoy, manifestaron: “La ansiedad que ha supuesto para nosotros, como
familiares de víctimas o como víctimas directas, presentarnos a prestar
declaración son indescriptibles. Sin embargo, estábamos dispuestos a hacerlo,
superando los aspectos más dolorosos e imbuidos de enorme entusiasmo. Decenas
de años hemos esperado a que un tribunal de Justicia nos escuche”.
Y agregaron con pesar:
“Innecesario es describir las molestias de índole práctica que nos causa esta
dilación, sin plazos aún ciertos, para no mencionar el costo emotivo que supone
la preparación para este tipo de declaraciones, agravado considerablemente por
su frustración”.