En el segundo y último día de
una cumbre en Bruselas, los países de la alianza atlántica decidieron que la
alianza continuará con los bombardeos en Libia continuarán hasta que se
eliminen los últimos bolsones de resistencia de ex soldados o partidarios de
Muammar Khadafi y hasta que el nuevo gobierno del país pida su cese. Además,
discutieron la marcha de sus planes para retirar sus tropas de Afganistán, un
día antes del décimo aniversario de la invasión del país asiático.
Aunque los ex insurgentes controlan la
mayor parte de Libia, todavía no pudieron conquistar las ciudades de Sirte, en
la costa mediterránea, y Bani Walid ni zonas del sur del país que siguen leales
a Khadafi, fugitivo desde la caída de Trípoli, en agosto. "Sirte tiene un
valor extremadamente simbólico, pero no es toda Libia. Hay resistencia
pro-Kaddafi en Bani Walid y resistencia dispersa en el sur del país. Es
importante no tener más estos focos de resistencia", dijo el ministro de
Defensa francés, Gerard Longuet. "Que Kaddafi desaparezca de la escena es
importante, pero no es suficiente", agregó el ministro francés.
La OTAN lanzó más de 9.300 ataques aéreos contra fuerzas
de Kaddafi desde que inició su campaña, a fines de marzo, en apoyo a los
islamistas y otros disidentes alzados en armas desde un mes antes contra el
líder libio. La alianza fue acusada por distintos críticos -incluyendo Rusia y
el Vaticano- de haberse extralimitado en el mandato que recibió de la ONU para establecer una zona
de exclusión aérea y proteger a los civiles capturados entre los dos fuegos.
Las discusiones de los ministros de la OTAN se centraron en Libia y
Afganistán, donde la alianza está en proceso de desconectarse de 10 años de una
guerra contra los talibanes con pocos éxitos militares visibles. "Este es
un momento importante para Afganistán. La transición está en marcha y no será
descarrilada", dijo hoy el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
La alianza comenzó este año a reducir
su presencia militar en Afganistán y a traspasar las tareas de seguridad a las
fuerzas en formación del Ejército y la policía afgana, con la meta de poner
término a su misión a fines de 2014.
Este jueves los ministros discutieron
planes para cooperar de modo más estrecho y combinar mejor sus recursos para
cubrir los baches que afectaron las operaciones de la alianza en Libia y
Afganistán.
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