20 de octubre de 2015, La Plata
COMUNICADO DE PRENSA
En el nombre de Adriana
Calvo.
El día de ayer marca un antes y
un después en la lucha por Verdad y Justicia en la Argentina. El fallo dictado
por el Tribunal Oral Federal N°1, condenando a todos los imputados que llegaron
a juicio por ser parte de la Fuerza de Tareas N° 5 como CO-AUTORES DEL DELITO
INTERNACIONAL DE GENOCIDIO e imponiéndoles la pena de reclusión perpetua a Jorge
A. Errecaborde, José C. Fernández Carró y Fernando Guitian y la pena de 25 años
de prisión a Antonio Vañek, Juan C. Herzberg, Carlos J. Schaller, Luis Roca y Eduardo
A. Meza, configuran un punto de inflexión en la historia de los juicios por el
genocidio perpetrado por la dictadura cívico-militar instaurada mediante el
golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.
Desde Justicia Ya La Plata, y a
partir del trabajo y la insistencia de Adriana Calvo, nuestra compañera
fallecida en diciembre de 2010, venimos bregando, desde el primer juicio a
Miguel Osvaldo Etchecolatz en el año 2006, por que la justicia reconozca que en
nuestro país el Terrorismo de Estado fue el perpetrador de un delito específico
dentro de los delitos considerados de Lesa Humanidad, que es el delito de
Genocidio, que el objetivo que buscaron al asesinar, secuestrar, torturar,
apropiarse de criaturas, violar, robar, y cuanto delito imaginable pueda
existir, no fue otro que el de eliminar al grupo nacional que se oponía a sus
planes de hambre, represión y sumisión internacional.
Es cierto que en otros fallos las
sentencias marcaron que estos delitos se habían cometido en el “marco de un
genocidio” que, si bien fue un avance, no definía que quienes habían sido los
autores de estas atrocidades eran los responsables directos del genocidio.
Luego, y más cercano en el tiempo, logramos las condenas como “complicidad en
el genocidio”; la complicidad, a nuestro entender, tampoco marcaba claramente
al genocida, todos lo habían ayudado pero específicamente ninguno era genocida.
De ahí que consideramos este fallo que ubica claramente a este grupo como parte
de los GENOCIDAS responsables con participación activa y directa en el
genocidio.
Este avance, merced a la lucha de
todos y al trabajo de nuestra querella, nos compromete a seguir luchando por
juicios a TODOS los Genocidas y por TODOS los Compañeros. En este juicio solo
fueron juzgados 8 responsables (había un total de 10, pero 2 fallecieron
impunes antes del comienzo del mismo) y se trataron los casos de 55 compañeros,
sin embargo, desde las mismas declaraciones de los familiares, amigos y
compañeros durante las audiencias, quedó demostrada la responsabilidad de
muchos otros genocidas que deberían haber estado sentados para ser juzgados y
sin embargo no lo estuvieron, como así también los casos de decenas de compañeros
que sufrieron la represión a manos de los mismos imputados no fueron tenidos en
cuenta en este juicio.
No podemos dejar de mencionar la
actuación fundamental de nuestra querella en el logro de gran parte de este
fallo, siendo que muchas de las situaciones reflejadas en él fueron solicitadas
en soledad por Justicia Ya. Nos enorgullece ser los únicos en pedir el cambio
de calificación, es decir, ser los únicos en decirle al Tribunal: “Sres Jueces,
esto fue Genocidio y por eso deben condenarlos.”
Tampoco podemos obviar el triste
papel de la fiscalía, que lejos de asumir su rol de investigador y acusador en
nombre de todos, y a casi 40 años de producidos los hechos que fueron juzgados
en este juicio oral, pidió penas irrisorias frente a la magnitud de los delitos
cometidos y se escudó -no sabemos bien en qué- para no acompañar las
ampliaciones solicitadas por Justicia Ya por doce casos, que logramos
incorporar, con el fin de evitar, aunque más no sea en parte, el terrible
desguace al que fue sometida esta causa.
Desde nuestra querella seguimos
denunciando, ya desde primera instancia, que las causas que se instruyen para
que luego sean llevadas a juicio son sesgadas, divididas, parcializadas,
convergiendo estos hechos en productores y favorecedores de la impunidad a
cientos de genocidas que continúan libres o muriendo sin ser juzgados y
condenados, y consecuentemente la negativa de justicia por miles de compañeros.
Genocidas que no fueron sólo los militares y miembros de las fuerzas de
seguridad que se constituyeron en sicarios, sino que además fueron parte activa
de este genocidio muchos civiles, dueños y directivos de empresas, y también
componentes de la burocracia sindical, quienes entregaron listas de los
compañeros que luego fueron secuestrados. En el fallo a este grupo de FT5,
frente a la cantidad de denuncias en ese sentido, sindicando muchas veces a los
responsables con nombres y apellido, como es el caso de Marín, debió ser
considerado y ameritó un pedido expreso del tribunal a los juzgados de instrucción
para que sean debidamente investigados y elevados para ser juzgados.
En el nombre de Adriana Calvo,
en el de Jorge Julio López, en el de Silvia Suppo, en el de los
30.000 compañeros detenidos desaparecidos, seguiremos exigiendo en todas las instancias
y con mucha más fuerza a partir de este fallo, para que a quienes fueron parte
del genocidio se los juzgue por lo que son: GENOCIDAS.
JUICIO Y CASTIGO A TODOS
LOS GENOCIDAS POR TODOS LOS COMPAÑEROS.
NO OLVIDAMOS, NO
PERDONAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS .
CÁRCEL COMÚN, PERPETUA Y
EFECTIVA A TODOS LOS GENOCIDAS.
CONTACTOS
DE PRENSA:
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