Catamarca, R.
Argentina, tiempo de Pascua de 2015
Con fraternal
disposición de ánimo, Paz y Bien para Ustedes.
Motivadas por la
iniciativa titulada “Mining in Partnership” (“minería en
alianza”) respondemos a la necesidad de compartir nuestro sentir y nuestros
saberes sobre lo que la minería actual es, significa y representa.
Hablamos con
conocimiento de causa: Somos parte de un Territorio arrasado por la
mega-minería: en la Provincia de Catamarca (R. Argentina), a partir del año
1997, la Empresa Minera Alumbrera UTE iniciaba la etapa de explotación y
devastación de nuestros Bienes Comunes, de las Fuentes de nuestra Vida, de los
sistemas y formas de Vida de nuestro Pueblo. Inauguraba su fase ‘operatoria’ la
mina más grande a cielo abierto de nuestro país y una de las más grandes de
América Latina.
A partir de entonces,
también, iniciamos como CEBs. (Comunidades Eclesiales de Base), un proceso de
aprendizaje colectivo que se enriqueció desde nuestra articulación/ integración
al Colectivo Sumaj Kawsay, espacio asambleario socio-ambiental de nuestra
provincia, ligado por distintos modos al Movimiento Social en defensa de los
territorios afectados por el extractivismo en toda América Latina y el Caribe.
Últimamente, y gracias a este proceso, somos parte también de la Red Iglesias y
Minería, por cuya vinculación tuvimos acceso a la iniciativa en cuestión,
“Minería en alianza”.
Hoy sentimos que no
podemos callar esto que aprendimos; nos motiva la necesidad de aportar a la
Fraternidad. Trataremos, en consecuencia, de ordenar lo mejor que podamos, esto
que necesitamos Compartir:
Aprendimos que:
1. La minería actual es parte del proceso de expropiación
que nos hizo ‘nacer’ como Colonias
Desde el escenario
bifronte de nuestras geografías actuales, analizamos las causas que originan un
estado de esquizofrenia socio-política-económica-cultural-religiosa.
En parajes aislados y
alejados de los centros urbanos, secularmente condenados a la pobreza
estructural y al abandono de las distintas esferas de gobierno, donde las
poblaciones campesinas (originarias y criollas) extreman sus esfuerzos para
lograr la supervivencia, han ‘desembarcado’ los fastos de la modernidad y el
progreso: abundan los plasmas, los celulares de última generación, las ultra
modernas conexiones de la mega comunicación virtual, las imponentes rutas
pavimentadas e iluminadas, los vehículos ‘todo terreno’, las maquinarias y
equipos más grandes que tres viviendas apiladas, todo, en diversidad y
proporciones imposible de detallar. Todo, además, acompañado de un discurso
unívoco de Progreso y Desarrollo. Llega el tan ansiado “despegue económico y
social para nuestra provincia”; “seremos el pueblo pionero en disfrutar
los beneficios del progreso y la modernidad”; “se abre para las
generaciones venideras un futuro cierto de inclusión social”…
Sin embargo, y pese al
enorme despliegue de acciones / programas / estrategias / discursos dirigidos a
demostrar el éxito de la explotación minera, hoy, a casi 20 años del inicio de
su actividad, la polaridad original se ha profundizado: al lado mismo del
despilfarro y la ostentación apuntada, la pobreza adquiere condición de indignidad.
Hasta los sectores del
poder aliados a la minería –tal el caso de los medios masivos de comunicación y
la dirigencia de los partidos políticos cuando les toca el turno de ser
‘oposición’- reconocen el fracaso de Alumbrera. La minería no ha sacado a la
provincia de la pobreza: seguimos ‘mereciendo’ los primeros puestos entre
las provincias más pobres del país, contamos con mayores índices de desempleo,
la infraestructura en servicios públicos (especialmente: atención de la salud,
educación pública, agua potable, energía eléctrica) es cada vez más deficitaria
y paupérrima…
Más grave aún que la
pobreza por falta de salarios y de servicios públicos, es la que deviene de la
contaminación ambiental. Estamos hablando de una pobreza estructural,
determinada de manera indefectible para el presente y para las generaciones
futuras: sin suelos sanos, sin agua, sin ambiente salubre, la actividad
agrícola es imposible. Obvio. Estamos hablando de enfermedad y muerte
injusta y temprana: los gases tóxicos y radioactivos que despiden nuestros
cerros despedazados, el material particulado de manera permanente en el aire,
la lluvia ácida o drenaje ácido de mina, las emanaciones de los diques de colas
y escombreras, las filtraciones de los ductos de mineral sobre suelos y ríos,
el empleo permanente de sustancias químicas altamente tóxicas (como el cianuro,
cuyo uso lo niegan pero que sin embargo figura entre los ‘consumos’ que la
minera declara)… y un sinnúmero de otros factores, convierten al AGUA en
líquido nocivo y letal.
Sólo por citar una
enfermedad: los ‘casos’ de cáncer en nuestra provincia han crecido un 800% y
los funcionarios de la Salud Pública dicen que no puede ‘probarse’ que
tal incremento sea causado por la minería, pese a que los casos se producen en
su zona de influencia. Y los médicos independientes que se animan a
reconocer la evidencia, son perseguidos, como fue dejado sin empleo un técnico
que pertenecía a la planta permanente de la Secretaría del Ambiente, por
informar los niveles de contaminación que se dan en los ríos de la cuenca
afectada.
Minera Alumbrera, que
actualmente está extrayendo el último oro que queda, no ha declarado cómo
procederá en la fase de cierre de mina. El gobierno tampoco se lo ha exigido. Y
cada vez que las organizaciones socio-ambientales se lo reclamamos, somos
reprimidas. Un somero conteo de ‘lo que queda en nuestros territorios’
después de la actividad minera da cuenta del horror indescriptible: donde antes
teníamos un cerro, hoy tenemos un pozo (“Open-pit”, le dicen!) del que
han extraído, por año, 120 millones de toneladas de roca ; donde antes no había
cerro, hoy existe una montaña de ‘deshechos’ llamadas “escombreras”; muy
cerca de las nacientes de los ríos que conforman la Cuenca Alta del Río
Juramento y del Salí-Dulce (cuencas que riegan los territorios de 5
provincias), en suelos de alto drenaje y sin membrana, está emplazado el “dique
de colas” que desde el año 2000 tiene filtraciones de líquido
letal que llaman “pluma contaminante”…
Todo ello es foco de
contaminación a perpetuidad. Inevitablemente. Irreversiblemente. Es, como decíamos antes, condiciones estructurales que
seguirán reproduciendo pobreza, enfermedad, muerte.
Y en este panorama, la
obstinación absoluta: la misma empresa Alumbrera amplía su soberanía sobre
nuestro Territorio y empieza a explotar otro Cerro, esta vez, Bajo El Durazno.
Dicen ahora (Gobierno y Empresa/ Empresa y Gobierno) que “corregirán los
errores del pasado” y que “los beneficios de la minería responsable llegarán a
la gente”….
Las preguntas resultan
obvias: ¿De qué correcciones hablan si en el propio IIA la empresa reconoce los
daños socio-ambientales que provocará? Peor aún, informan que usarán las mismas
estructuras de Bajo La Alumbrera ¿Qué les motiva a tanta mentira?....??
Desde el lugar de la
búsqueda, de la lucha y de la construcción colectiva aprendimos sobre la
nefasta repetición de los ‘casos de minería’ a lo largo y a lo ancho del
Continente y del Mundo. Supimos que las similitudes no son ‘coincidencias’ ni
‘casualidades’. Entendimos de procesos históricos de expansión capitalista; de
etapas de ‘neoliberalismo’ y ‘globalización’; de reconfiguración de territorios
y de modificación de estrategias expropiatorias; de reconversión de las megas
empresas siempre en alianza con los Estados ‘desarrollados’ y con los supra
organismos internacionales. Las llagas y los dolores causados por las
‘Dictaduras militares’ (y los otros muchos ‘terrorismos de estado’
principalmente sufridos por nuestros Pueblos Originarios) se avivaron en
nuestra memoria colectiva al tiempo que nos ofrecían capacidades de
discernimientos nuevos…
Sin vueltas ni
ambigüedades: estamos en un nuevo ciclo de recolonización del Continente. Agotadas las reservas estratégicas sobre las que el
sistema capitalista ha montado su modelo de producción, viene ahora por el
‘resto de las riquezas’. Por lo que dejó del saqueo originario, cuando sólo
entre los años 1503 y 1660 ingresaron al puerto de Sevilla 185.000 kilos de oro
y 16 millones de kilos de plata. Como dice un compañero nuestro (Javier
Rodríguez Pardo, en su libro) “Vienen por el oro. Vienen por todo”.
La misma “fiebre de
oro” que ‘confesaba’ padecer el conquistador Cortés, la misma que antes
había afectado a Colón y echado a andar la aventura de la “Conquista y
Colonización”, atrae a las protagonistas actuales de la vieja aventura
travestidas de “Empresas Transnacionales”.
Y si antes, “El
piadoso intento de propagar la fe católica excitó los ánimos de aquel proyecto
y la esperanza de encontrar en ellos inmensos tesoros, fue el interés
político que puso en movimiento aquella empresa” , al decir de
Adam Smith, no nos sorprende ahora que participen (o soporten) “Días de
Reflexión en el Vaticano… y en el Lambeth Palacio…para equipar (esto
es, convencer y hacerlos cómplices) a pastores y líderes de las iglesias…
No nos sorprende.
Reconocemos la capacidad que tienen para lograr su objetivo de MUCHA GANANCIA,
MÁS GANANCIA, MUCHA MÁS… Nos consta que son hábiles para persuadir / engañar /
mentir / embaucar / cooptar al más variado arco de ‘actores’….También nos
consta que son hábiles en destruir / aniquilar / eliminar / asesinar todo
obstáculo que se interponga en ‘la empresa’ porque la vida no cuenta para
quienes adoran al dios moloc.
La ambición desmedida e
insaciable, principal pulsión motivacional. La violencia que genera muerte de
los cuerpos humanos y de los cuerpos vivos de nuestros territorios, la
estrategia disfrazada con ropaje ‘elegante’. Antes fue “la Evangelización”.
Ahora es “el Progreso”. Pero siempre, la misma lógica y la misma dinámica.
2.
En este
ciclo de recolonización del Continente, la minería es parte del “extractivismo”
Con la misma lógica y
con la misma dinámica de ambición asesina operan otras megas empresas transnacionales
dedicadas a la extracción de hidrocarburos (rama específica de la misma
minería); al ‘agro-negocio’ (la diversidad de plantaciones industriales
asociadas a las ‘semillas’ transgénicas y uso de venenos altamente tóxicos); a
las industrias contaminantes (tales como las pasteras) o a los grandes
emprendimientos inmobiliarios y turísticos (construcción de barrios privados y
de lugares sofisticados de veraneo, por ejemplo).
En nuestra provincia, al
igual que en todos los distritos cordilleranos de nuestro país, ‘avanza’ la
mega-minería de la mano del ‘fracking’ para la extracción de hidrocarburos, por
un lado, el montañoso; y por la región de llanura, la soja.
Idéntica extracción de
riquezas, de Bienes Comunes, de Energía Vital desarrollada y cuidada con
admirable capacidad Creadora en el Seno de la Madre Tierra. Los metales, los
hidrocarburos, los nutrientes, El Agua. Todo –extraído- para exportación, para
alimentar la acumulación y el consumismo del ‘Norte desarrollado’. Todo, hasta
la fuerza laboral de nuestra gente.
Hay otro parecido entre
el actual ciclo extractivista y la originaria conquista colonizadora. Hoy como
ayer, las élites ‘criollas’ de las diferentes épocas de nuestra historia
colonial, siguen siendo las socias necesariamente cómplices. Las que se
‘benefician con las regalías’ del saqueo organizado. Las que ejecutan con
admirable eficacia el papel de lacayas útiles a la causa extractiva. Tanto
desde los puestos de gobierno como de los diferentes partidos políticos. Ya en
las gerencias de las Empresas locales de la más variada índole, incluidas las
periodísticas, o en las cúpulas de la mayoría de las Universidades…
Renglón aparte nos
merece la mención a ciertas esferas del poder eclesiástico local.
Particularmente en nuestra Provincia, la Institución Católica recibe las
migajas del saqueo extractivo. Especialmente desde el año 2009, en que asumiera
el actual Obispo de la Diócesis, la minería cuenta con la ‘bendición’ de la
Iglesia oficial. ‘Gracias’ a ello cuenta con suficientes recursos para toda la
‘Pastoral’: desde la restauración de sus templos y palacio episcopal hasta la
elaboración de publicaciones pastorales y/o catequísticas.
Las complicidades
locales son parte indispensable en la ingeniería necesaria para perpetrar la
devastación de nuestros territorios y de nuestras corporalidades. Además de los
marcos legales del derecho -aludidos en nota 6-, acompañan con el
discurso y la propaganda. Con los ‘planes sociales’, con el saber ‘científico’
o con las bendiciones sagradas. Dan fundamento ‘racional’ a la lógica
destructiva eco-genocida.
3.
Globalización
del imperio del ‘Capital’ = Crisis civilizatoria
Aunque de manera breve,
es indispensable aludir a la relación directa de causa-efecto que existe entre
esta nueva fase del capitalismo global y la cuestión de la Crisis, mundialmente
reconocida -en principio- como “Cambio climático” o crisis ambiental.
Nadie niega ya su
existencia ni las devastadoras consecuencias que en términos de ‘desastres
naturales’ estamos sufriendo como familia humana, sobre todo –y como siempre-
las personas y pueblos más pobres. Pese a que ‘el gran capital’ asume esta
crisis como nueva oportunidad de hacer negocio (tema al que expresamente
eludimos) no se puede ocultar que el actual proceso de extractivismo acelera y
profundiza los efectos del tan mentado ‘Cambio climático’.
Lo que sí se oculta con
magistral hipocresía, es la relación que se da entre extractivismo y los azotes
sociales más nefastos de nuestro siglo: el tráfico de personas, el
narcotráfico, el negocio de la guerra, la migración forzosa de personas.
Tanto a partir de
nuestras experiencias vitales, como a través de numerosas y nutridas
investigaciones, tales vinculaciones son hechos probados. La ubicación de los
‘emprendimientos’ extractivos (sean mineros o de agro-negocios) requiere la
condición de sitios ‘inhóspitos’: allí donde las densidades poblaciones son
extremadamente escasas y dispersas; donde los ‘campamentos’ de operarios están
conformados mayoritariamente por varones que deben soportar regímenes severos
de aislamiento y presión laboral, y donde ‘todo vale’ para mantener el negocio,
la trata de mujeres es moneda corriente.
Por otro lado, sabido es
que el narcotráfico y la venta de armas constituyen las fuentes más grandes
de ganancias a nivel global. Y que en sus redes de corrupción necesaria han
abarcado a los más altos estamentos de las fuerzas de seguridad y de los
gobiernos. Sabemos, además, que así como el oro proporciona el poder económico
acumulado en el sistema financiero, el plomo y el acero representan el poder
bélico de las guerras impuestas para conservar o disputar la hegemonía sobre
los territorios…
Multiplicando el
dramatismo de la violencia sufrida, la migración de personas constituye otro
resultado perverso del sistema de producción mundialmente impuesto. En la raíz de todas las violencias que estas víctimas
sufren en su largo calvario, está la violencia de carecer de medios de vida en
su propia tierra, en el espacio que le vio nacer, en el lugar donde tejió sus
vínculos y sus afectos, donde sintió el Llamado de la Fe.
Esta violencia profunda
que empuja a tantas personas a una muerte casi segura, es provocada, en gran
parte, por las actividades extractivas que dejan desiertos y páramos, que
arrasan y devastan, que envenenan y corrompen…
A tal punto de
‘in-humanidad’ ha llegado la ‘racionalidad’ del capital. De allí que junto a muchos sectores en marcha
des-colonizadora decimos que la Crisis, además de ambiental, climática,
energética, alimentaria… es CRISIS CIVILIZATORIA. Una crisis que se advierte y
se sufre en nuestras geografías y en nuestras historias actuales.
4.
Paisajes
socio-políticos de nuestros entornos coloniales
Al iniciar el primer
punto de nuestra carta aludimos a la realidad de esquizofrenia
socio-política-económica-cultural-religiosa. Comprendemos que la voladura de
nuestros cerros y la lixiviación de sus rocas es alegoría concreta de la
fractura de nuestro tejido social. El envenenamiento de las fuentes de nuestra
vida ha acontecido también en el entramado de las relaciones interpersonales y
de las conciencias. Heredamos irremediablemente, como sociedades y como
Pueblos, los rasgos más cruentos de la violencia impuesta.
Asistimos a un trágico
quiebre de las condiciones que hacen posible la Vida en Común. Hay una parte de
la población que cree y adhiere a la ‘fe’ propuesta por la Minera en alianza
con las autoridades y demás detentores del poder local. Según esta ‘fe’, creen
en el ‘progreso que trae el dinero’, ansían el ‘desarrollo’ del tener más en
frenética pulsión consumista, persiguen la ‘buena vida’ del confort y el lujo
que se anuncia como ‘Buena Noticia’ para ‘todos y todas’.
Es la parte de la
población que permanece anestesiada o cautiva; engañada o cooptada por las mil
maneras de pergeñar y de urdir –el mal- que tienen las empresas extractivas.
Para abrazar esta nueva ‘fe’, esta parte de la población ha tenido que
renunciar a la Fe en el Dios de la Vida que nos llama a ser Comunidad; se ha
tenido que convertir en mezquina- consumida por el individualismo. Ha
renunciado a la Fe en el Dios de la Vida que se manifiesta en la Historia y
sostiene la Vida Toda de la Creación, Hechura de sus Manos; se ha olvidado que
es la Tierra, La Pacha, la Madre que nos alimenta y sustenta por designio del
Dios Creador…
Y participa, con mayor o
menor grado de conciencia, de la ‘fiesta del consumo’. Y aplaude a los
gobiernos ‘progresistas’ (efectivamente progresistas en cuanto son parte de la
cofradía que adhiere a la ‘fe en el progreso’). Y celebra sus planes sociales
como “beneficios para los más pobres” sin advertir que son herramientas de
disciplinamiento y domesticación, y que además, en lo único que ‘incluyen’ es
en la vorágine consumista que alimenta al capital acumulado…
Mientras tanto, la otra
parte de la población –en la que nos contamos- devenimos en el mencionado
espacio de la búsqueda, de la lucha y de la construcción colectiva. No sin
contradicciones nacidas de la propia condición ambigua de la naturaleza
humana…
Formamos parte del
‘universo díscolo’ de vagos/as, ignorantes, terroristas. Somos el nuevo sujeto
‘indeseable’, y por tanto, ‘aniquilable’: representamos cuanto de resistencia y
de ansia libertaria animaban nuestros ancestros, sean negros o
indios. Nos cabe la persecución, la represión y la judicialización. La
aplicación de la “Ley antiterrorista” sancionada en nuestro país a instancias
del Poder Ejecutivo y por presión del GAFI, Grupo de Acción Financiera
Internacional.
5.
A modo de
epílogo
Queridas Comunidades
Hermanas; Queridos Pastores de nuestras Iglesias: sólo nos resta señalar las
consecuencias que los saberes – los aprendizajes compartidos están teniendo en
nuestras vidas.
Es sabido que toda
enseñanza, cuando es ‘aprehendida’, moviliza, des-instala, hace tomar partido.
Porque adquiere categoría de Fe. Como la del Padre Abraham…
Podemos decir que algo
similar nos acontece. Quienes militan desde espacios alejados de las Iglesias,
dirán que el saber les ha constituido sujetos políticos, protagonistas del
quehacer transformador de las condiciones de vida, cuya utopía siempre renovada
es la Vida Digna, en Justicia y Libertad. Quienes lo hacemos desde el
seguimiento de Jesús de Nazareth, el Cristo, decimos que este saber ha
radicalizado nuestro proceso de conversión; donde la utopía es nombrada “Reino
de Dios”, cabe renovar el compromiso y la “Opción por las/los Pobres”.
Desde este lugar
consideramos que La Vida Es Sagrada.
Por tanto, nuestro criterio de discernimiento acerca de lo que es más ético o
menos ético, radica en la misma vida: anti-ético es todo aquello que la liquida
o que puede, a la corta o a la larga, aniquilarla o mancillarla. En
consecuencia, asumimos su defensa en apertura a las diversas culturas de la
Humanidad, particularmente a las cosmovisiones de nuestros Pueblos Originarios
–como el Sumaj Kawsay- asentadas en criterios de pertenencia, reciprocidad y
complementariedad armónica con todos los seres vivos, animados e inanimados…
Somos conscientes de
nuestras muchas fragilidades. A pesar de ellas reconocemos la falacia perversa
del sistema capitalista, ahora globalizado, en la descripta fase extrativista.
Falacia perversa porque encubre el crimen organizado. “Crímenes de lesa
humanidad y de lesa naturaleza”, tal la sentencia dada por el Tribunal del
Pueblo en Juicio Ético celebrado contra las megas empresas extractivistas en
septiembre de 2011. Ecocidio – Genocidio = Muerte de Territorios y de Personas.
Si antes el sistema colonial diezmó la vida de nuestros indígenas y trazó el
destino de nuestros Territorios como proveedores de materia prima para la
Metrópoli, hoy este genocidio y este destino de economía de enclave está
llevando al colapso de la Vida Toda: el Planeta, la única Casa Común, no puede
sostener la voracidad devastadora de este sistema de producción capitalista.
Fieles a la Fe que
profesamos manifestamos:
·
Creemos que
Otro Mundo es Posible y Necesario. Que
la Revolución está en marcha. Que el Reino de Dios acontece como “semilla de
mostaza”, como “levadura”…
·
Creemos que es
posible y necesario anunciar y denunciar; derribar y edificar; asumir el
profetismo entre nuestro pueblo que resiste o que es ilusamente engañado.
·
Renunciamos al
‘progreso’ y al ‘desarrollo’ traducidos como Evangelio. Llevamos más de 500 años de pobreza provocada por
acumulación capitalista. No es posible la Vida allí donde se matan sus Fuentes
(su suelo, el aire, el agua, la biodiversidad…) Por tanto,
·
No Creemos en
las supuestas ‘buenas intenciones’ de ningún personero de las mega empresas
mineras. Tampoco creemos en diálogos
ni en alianzas de ningún tipo: sus intereses son contrarios y opuestos a los
nuestros.
Sintiéndonos parte de la
Iglesia, como CEBs, asumimos el pecado de nuestra Madre durante la primera fase
del proceso colonial de Nuestra América – Abya Yala. Y en proceso de renovada
conversión, tomamos posesión histórica a favor de Las Víctimas tratando de
estar a la altura moral de Montesinos, Bartolomé de Las Casas, San Romero de
América…
En unión y Comunión
con todo un Pueblo puesto en Movimiento, abrazamos a nuestros Pastores con
humildad y respeto. Abrazamos a las Comunidades hacedoras de vida reconciliada
con la Pacha y Guardianas de la Casa Común. Fraternalmente,
Quienes integramos las CEBs.
de Catamarca (Argentina) y el Colectivo Sumaj Kawsay
1
Nos
referimos al documento cuyo sumario, en inglés, expresa: Summary Mining in
Partnership: An Empowerment Agenda is an initiative resulting from Days of
Reflection at the Vatican (October!2013) and Lambeth Palace (October! 2014)
that brought CEO-level leadership of major mining companies together with
faith groups, the churches in particular. Mining in Partnership: An Empowerment
Agenda aims to assist theological seminaries and similar institutions around
the world better to equip pastors and church leaders to serve communities
affected by mining projects.
2
Sigla que significa: Unión Transitoria de
Empresas. La empresa, a través de los años de explotación que lleva en nuestro
territorio ha ido cambiando de dueños -accionarios principales-; actualmente
involucra a las siguientes transnacionales: Xstrata Plc, Goldcorp Inc y Yamana
Gold, al gobierno provincial y a la Universidad Nacional de Tucumán (Provincia
limítrofe con Catamarca)
3 Su capacidad de extracción y procesamiento anual
asciende a 650.000 toneladas de concentrados anuales, que contienen 180.000
toneladas de concentrado de cobre y 630.000 onzas de oro.
A partir de 2007, extrae también 4.400 toneladas de concentrado de molibdeno.
Se exporta el 100 % de los concentrados (datos tomados del Informe de Impacto
Ambiental de la empresa). El emplazamiento de la mina involucra instalaciones
ubicadas en cuatro provincias: Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero y Santa
Fe. Sólo en territorio catamarqueño, la zona de mina abarca una extensión de 1.500 hectáreas y
ha adquirido otras 53.000
hectáreas para la extracción de agua dulce.
4 IIA: Informe de Impacto Ambiental: documento
–formalidad legal- a través del cual la Empresa cuenta con la autorización del
Gobierno para realizar la explotación.
5 Por ejemplo, el dique de colas o de relaves que
seguirán usando, ya cuenta con sistema de retro-bombeo porque los desechos
líquidos han superado su capacidad; asimismo, el ducto de mineral (de más
de 300 km
de longitud, por el que transportan la pasta mineral a la vecina provincia de
Tucumán) ha tenido reiteradas roturas y pérdidas sobre los ríos y suelos de la
zona.
6 Aludimos principalmente al FMI y al B.M., con cuyo
financiamiento los gobiernos latinoamericanos-caribeños diseñaron leyes a
medida de las apetencias de las empresas mineras. Otra explicación de por qué
la Mega-Minería es Razón de Estado en nuestros países.
7 Galeano, Eduardo, Las venas abiertas de América
Latina, Siglo XXI, Buenos Aires, 1971, p. 34. Citado por Machado Aráoz,
Horacio, Potosí el origen, genealogía de la minería contemporánea,
Tiempo – Mar Dulce, Buenos Aires, 2014, p. 123. Vale agregar aquí que la
mayoría de los aportes de este documento, beben de las páginas de este libro,
síntesis de tesis doctoral de Horacio, compañero militante del Colectivo Sumaj
Kawsay.
8
Smith, Adam, Investigación sobre la
naturaleza y causa de la riqueza de las naciones, Fondo de Cultura
Económica, México (1776) 1958, pp. 123-124. Citado por Machado Aráoz, op.
cit., p. 71 (resaltado nuestro)
9
Un solo ejemplo: Minera Alumbrera extrae 1.200 litros de agua
por segundo, más de 100 millones de litros por día. Se trata de Agua fósil
subterránea del acuífero denominado “Campo del Arenal”, conformado a lo largo
de más de 60 millones de años, en una zona árida de alta montaña, que junto a
los glaciares, viene haciendo posible la vida allí donde el clima es
críticamente seco y hostil. Cuando la disminución del recurso hídrico en la
zona ha vuelto insostenible la actividad agropecuaria –acrecentando el proceso
de migración forzosa de la población campesina- el nuevo emprendimiento minero
prevé extraer agua de las cuencas Alta del Río Juramento y del Salar de
Pipanaco, ampliando el daño ecológico a toda la región del Noroeste argentino.
10 El Obispo Luis Urbanc se ha manifestado amigo
personal de uno de los socios gerentes de la Empresa Alumbrera. Al tomar
posesión de la Diócesis ha oficiado su primera misa en las instalaciones de la
mina. Su cruz pectoral, de oro macizo, es obsequio del gerente amigo, al igual
que la camioneta doble tracción para su movilidad personal.