Con alegría y esperanza,
hombres y mujeres de fe, provenientes de distintas congregaciones y confesiones
religiosas de 13 países de América Latina y el Caribe, inspirados en la dimensión
social y profética del Evangelio y abrazados por la Conferencia Nacional
de obispos de Brasil (CNBB), queremos compartir los pensamientos, valores y
compromisos que hemos asumido en el 2° Encuentro Latinoamericano de
iglesias y minería que concluyó en Brasilia del 2 al 5 de diciembre de
2014.
Recogiendo las inquietudes
y las iniciativas de diversas comunidades y las iglesias locales de todo el
continente en el incremento de asaltos a la vida y a los bienes comunes debido
al modelo extractivista y en continuidad con el 1 ° encuentro sobre iglesias y
minería celebrada en 2013 en la ciudad de Lima, Perú, nos hemos reunido
para reflexionar, compartir, celebrar y generar senderos que nos permitirá, en
fidelidad al Evangelio de Jesucristo, acompañados de una manera articulada a los
pueblos de nuestra América Latina, que se sienten amenazados y condenados a la
destrucción de sus medios de subsistencia y a la negación de un futuro posible,
en abierta contradicción con el proyecto de vida proclamado por la visión
cristiana del mundo.
Durante estos días, hemos
reafirmado como la imposición del modelo extractivo, promovida por las grandes
empresas y las economías globales con la complacencia de quién gobierna
nuestros Estados nacionales, lejos de contribuir al bienestar de todos y todas,
aumenta las desigualdades, las violaciones de los derechos humanos,
individuales y colectivos, a la división de las familias y de nuestras
comunidades de América Latina, a la destrucción de zonas privilegiadas para la
riqueza del patrimonio natural y la diversidad biológica de nuestro continente.
Con tristeza reconocemos
que, junto con las graves violaciones a los derechos fundamentales de los
pueblos de nuestra América, empeoró la crisis ecológica causada por el estilo
de vida consumista y mercantilista de los bienes por un modelo
extractivista que no reconoce ni respeta los límites de nuestro planeta. Por lo
tanto, acelera la degradación y la vulnerabilidad, convertidos en mercancías de
los territorios de nuestros pueblos, minerales, combustibles fósiles, la
biodiversidad y gas natural, la energía del viento, agua y el sol y los otros
productos naturales.
Todo esto, nuestro Dios Creador
nos dio para el sustento de la vida, así como para su disfrute y
bienestar colectivo y no para el enriquecimiento desmesurado, que ignora los
derechos colectivos que compartimos entre todos los seres humanos que
habitan en este planeta, en este momento histórico, así como la articulación y
la responsabilidad solidaria para dar a nuestras futuras generaciones un mundo
mejor como el que hemos recibido.
La valiosa diversidad
cultural de los pueblos de América, con visiones del mundo armónicas y
respetuosas de la Madre Naturaleza, está gravemente amenazada por la imposición
de este modelo que se apropia de los territorios a cualquier costo y se
convierte en un activo proceso de expropiación, que funciona sobre quién puede
resistirse a él, con motores que van desde amenazas, persecución, cooptación,
la criminalización, judicialización y hasta el asesinato de líderes
comunitarios, los defensores y los pastores que acompañan a estas luchas.
Los medios de comunicación
comerciales contribuyen a la promoción de la falsedad de este modelo,
tentando a la población con promesas que no son cumplidas, ya que, como
expresión extrema del modelo neoliberal, su meta es la acumulación de capital y
la distribución no equitativa de los bienes.
Compartir con alegría la
misión profética de varios sectores y líderes de iglesias
cristianas, que acompañan a las comunidades y personas que defienden la
creación, la vida y los derechos frente al modelo extractivo, como una
forma concreta de la fidelidad a la misión de la iglesia en estos momentos de
la historia. Confiamos y esperamos que cada vez más nuestras iglesias, desde
las bases hasta las jerarquías, tomen posiciones consecuentes respecto a
los problemas generados por este modelo y recurso extractivo depredador, como
se reconoce en el documento de Aparecida "... …hay una explotación
irracional que va dejando una estela de dilapidación e incluso la muerte, para
toda nuestra región"(de 43).
Ante esta realidad, nos
definimos como una articulación de personas y organizaciones
religiosas, con espíritu ecuménico e interreligioso, fieles a nuestra opción
por los pobres y empobrecidos, luchando a favor de la vida y bienes de la
creación.
En relación con las
comunidades, reafirmamos nuestro compromiso de trabajar con las bases ,
expresado mediante el intercambio de conocimientos y saberes, estrategias
de protección, apoyo y solidaridad, acompañamiento en la preparación y
presentación de acciones de denuncia local, nacional e internacional,
entre otros.
Queremos profundizar una
mística que anime nuestras prácticas,nos permíta construir propuestas de
acción y nos ayude a avanzar en nuestras reflexiones e interpretaciones
teológicas.
Estamos comprometidos a
continuar promoviendo la articulación internacional para el diálogo, la
incidencia y la denuncia, en coordinación con otros actores religiosos, como
Franciscans International, Vivat International, Mercy International, la red
Cidse, la red eclesial Panamazônica,el Pontificio Consejo de
Jjusticia y Paz, así como otros actores sociales como el Observatorio de
Conflictos Mineros de América Latina,y las distintas expresiones sociales
con quienes compartimos objetivos y visiones en todo el continente.
Que la mística y el
espíritu de fraternidad que caracterizaran a esta reunión nos animen a asumir
con mayor energía la profecía y la responsabilidad colectiva en el cuidado de
la vida y los bienes comunes.
Brasilia, 05 de diciembre de 2014.
Acción franciscano de Ecología y solidaridad-AFES -
América Latina Agenda Ii
Amerindia Colombia y Continental
Asociación Ecuménica de teólogos del tercer
mundo-ACOMÓDATE -
Asociación Madre Cabrini, Hermanas Misioneras del
sagrado corazón de Jesús-Brasil
Caritas del Salvador, El Salvador
Caritas Jaén, Perú
Centro de Ecología y Pueblos Andinos-CEPA-Oruro
Bolivia
Centro de Justicia y Equidad-CEJUE-Puno, Perú
Centro Franciscano de la defensa de los derechos
humanos, Brasil
Claretianos San José del Sur, Uruguay, Paraguay y
Chile
Coalición Ecuménica por el Cuidado de la Creación,
Chile.
Consejo Latinoamericano de Iglesias-CLAI -
Consejo Mundial de Iglesias, Justicia-CMI-clima
Consejo Indígena misionero-Brasil -
Coordinación continental de comunidades Eclesiales
base
Comisión de laicos, JUPIC-Amazonía.
Comité en defensa de los territorios visà-vis la
minería, Brasil.
Comunidades de paz construyendo en Conpaz
territorios-Fe y política en Colombia.
Conferencia Nacional de obispos de Brasil-CNBB -
Comisión Intereclesial Justicia y Paz-Colombia -
Comisión Pastoral Land-CPT-Brasil.
Las comunidades de Christian Life-CVX -
Comunidades eclesiales de Base, colectivo Sumaj
Kausay, Cajamarca, Argentina.
Coordinación continental de comunidades Eclesiales
base.
Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, Perú.
CPT diócesis de Óbidos, Pará, Brasil.