La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Asociación Civil
con Status Consultivo de las Naciones Unidas, expresa su profunda preocupación frente a la grave amenaza de
guerra formulada por el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, al
anunciar la ejecución de bombardeos sobre territorios de las repúblicas de Irak
y Siria, por decisión unilateral e inconsulta de su gobierno, sin acuerdo de los países afectados, al margen de la
Organización de las Naciones Unidas y en flagrante violación a todas las normas
del derecho internacional.
La APDH en su permanente lucha en favor de la
vigencia integral de los Derechos Humanos y, en este caso particular, en
la defensa del Derecho a la Paz y a la Libre Determinación de los Pueblos,
denuncia esta peligrosa situación como una Conspiración contra la Paz.
En tal sentido, señala que Estados Unidos y
sus aliados intentan justificar esta intervención militar en asuntos internos
de otros estados con un equívoco argumento basado en la urgencia de eliminar a
grupos armados que sostienen el ilegal propósito de conformar otro estado en
jurisdicción de los mencionados países.
El rechazo a esta nueva aventura bélica, no
implica desconocer ni subestimar la criminalidad de las acciones terroristas
perpetradas por los grupos irregulares
que operan en el Medio Oriente, situación que, en verdad, demandaría la inmediata
participación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, única instancia
internacional con competencia para intervenir.
Resulta, en cambio, manifiestamente hipócrita
la intervención de los Estados Unidos y
sus aliados, los mismos gobiernos que promovieron el surgimiento de estos grupos
armados desde los lejanos días cuando impulsaron y financiaron a los talibanes
en Afganistan con el inocultable propósito de usarlos para sus fines de
dominación regional.
La APDH denuncia, para caracterizar este
cuadro de situación, que esta provocación de Estados Unidos en el Cercano
Oriente, configura una incitación a la guerra. En lo referido a la
República de Irak, es un país invadido y ocupado militarmente por Estados
Unidos en el año 2002, administrado de facto desde entonces por un
gobierno subordinado a la potencia invasora y, en cuanto a la República de
Siria, se trata de un país independiente que soporta un persistente ataque
desplegado por grupos irregulares y mercenarios infiltrados desde el exterior,
con notorio apoyo militar y financiero de Estados Unidos y sus socios de la
OTAN, con el explícito propósito de
derrocar a su gobierno. En esta intervención militar de Estados Unidos además
de bombardear las zonas controladas por los grupos sediciosos, anuncia con
total desprejuicio que en Siria simultáneamente entrenará y capacitará a grupos
rebeldes al gobierno establecido.
Una
similar amenaza se plantea en la conflictiva frontera de Ucrania y Rusia, donde
los mismos protagonistas promovieron un Golpe de Estado para derribar al
gobierno constitucional de Ucrania, e
imponer por la fuerza un régimen de facto vinculado económica y
comercialmente a la Unión Europea con la intención de incorporarlo
militarmente a la OTAN (pacto militar ofensivo resabio de la última
posguerra mundial), para convertirlo en una pieza más en el tablero de
operaciones de una renacida “guerra fría”. Este operativo ya ha generado una
cruenta guerra civil y ha provocado una profunda desestabilización política en
la región.
Estas peligrosas agresiones y amenazas de
guerra, no constituyen una novedad, habida cuenta de que el gobierno de Estados
Unidos y la OTAN en las últimas décadas participaron en varias guerras
colonialistas, como las de Afganistan, irak, Serbia, Libia, etc. con el
denominador común de haber perpetrado criminales devastaciones de indefensas
poblaciones civiles con impunes bombardeos indiscriminados (sin olvidar la
trágica historia de las guerras y golpes de estado sufridos por los pueblos de América Latina y el Caribe a través de dos
siglos).
Los atropellos de las últimas agresiones, en
algunos casos fueron perpetrados bajo el
paraguas de las Naciones Unidos, aunque tergiversando el sentido y los alcances
de esas polémicas intervenciones, como ocurrió en el devastador bombardeo a
Libia y, en otros casos, desconociendo absolutamente la incumbencia.de la
organización mundial.
Actualmente, frente a las situaciones creadas
en el Medio Oriente, resulta inexplicable que no se haya reclamado la intervención
del Consejo de Seguridad, dado que existe unanimidad universal en el repudio al
accionar terrorista de los grupos sediciosos, y, por lo tanto, no existe
posibilidad alguna de que pudiera haberse interpuesto un veto para impedir la
debida intervención de las Naciones
Unidas. Esa omisión no es casual, pone de manifiesto la clara intencionalidad
de Estados Unidos y sus socios, evidentemente su única motivación es
incrementar su dominación geopolítica en la región y monopolizar la explotación
de sus riquezas naturales.
En el
momento actual, exacerbando la prepotencia habitual han dejado de lado toda
consideración de carácter legal o ético, para actuar explícitamente de manera
ilegal y provocativa, anunciando con total desaprensión que están instrumentando
una fuerza militar conjunta conformada por diez países, que actuarán bajo una
conducción centralizada en las guerras ya iniciadas más las que están
preanunciando.
Esta peligrosa situación plantea la necesidad
de determinar si ese propósito además de violar la carta fundacional de las
Naciones Unidas, constituye una
asociación ilícita en el plano internacional, que incurre en la figura de conspiración
contra la paz y viola los pactos y convenciones internacionales que
garantizan los Derechos Civiles y Políticos, los Derechos Económicos Sociales y
Culturales y el Derecho a la Paz y a la Libre Determinación de los Pueblos.
Por lo expuesto la Mesa Directiva de la APDH
resuelve,
1.
Hacer pública su declaración condenatoria de estas
acciones bélicas ilegales anunciadas por el gobierno de los Estados Unidos y
sus socios de la OTAN, que ya han tenido principio de ejecución y constituyen
delitos de lesa humanidad.
2.
Promover la organización de un Tribunal Ético
Internacional con la participación de las organizaciones sociales que luchan
por la Paz y los Derechos Humanos para juzgar la anunciada Conspiración
contra la Paz y la ejecución de Agresiones Bélicas por parte de los gobiernos de
Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN.
Buenos Aires, septiembre de
2014.
MESA DIRECTIVA