Domingo, 28
de agosto de 2011
Enemigo de la ortodoxia, presentó sus ideas en un encuentro mundial de galardonados en Alemania. Defendió las políticas de estímulo fiscal, dijo que el desempleo es el principal problema y elogió lo que hizo Argentina después del default.
Por Tomás Lukin
Desde Lindau
El
economista Joseph Stiglitz fue la estrella y la oveja negra de la Conferencia de premios
Nobel en la isla de Lindau, al sur de Alemania, que terminó ayer. El profesor
de la Universidad
de Columbia forma parte de un reducido grupo entre los 17 galardonados que
participaron del encuentro, los que no reclaman públicamente medidas de
austeridad sino mayores estímulos fiscales para enfrentar la crisis y reducir
el desempleo.
Mientras
que los jóvenes economistas y periodistas lo rodean en cada oportunidad, sus
pares lo miran con recelo. Las declaraciones que hace sobre el fracaso y la
incapacidad de las ideas económicas dominantes para comprender y ofrecer una
respuesta a la crisis chocan con la visión que poseen otros Nobel. Estos
especialistas consideran que el marco teórico no tuvo ninguna responsabilidad,
posición que comparten muchos de los 373 economistas de todo el mundo que
forman parte del evento y desestiman las críticas de Stiglitz.
Luego
de varios intentos interrumpidos a pocos instantes de comenzar, el ganador del
premio en 2001 concedió una entrevista a Página/12 durante una caminata desde
el centro de conferencias hasta la ópera de la isla, donde debía participar de
una reunión a puertas cerradas.. A lo largo del recorrido, el economista
destacó el desempeño de los "países emergentes" y señaló que
Argentina debe profundizar la industrialización, ya que "los commodities
no alcanzan para el desarrollo", así como fortalecer el mercado interno.
Antes de terminar el reportaje preguntó: "Parece que va a ser elegida de
nuevo, ¿no?", en referencia a Cristina Fernández de Kirchner. Y luego
adelantó que "todavía no está confirmado, pero me parece que voy a volver
a la Argentina
en diciembre".
- ¿Por qué considera errados los planes de ajuste fiscal?
-
Esas políticas llevan al estancamiento, se necesitan más planes de estímulo
fiscal para recuperar el crecimiento y alcanzar menores niveles de desempleo en
Estados Unidos y Europa. La política monetaria hoy no es efectiva. Los primeros
paquetes de estímulo fiscal en 2008 funcionaron bien, si no la desocupación
hubiera sido mucho mayor.. Al mismo tiempo, esa expansión generó importantes
déficit presupuestarios. La mejor forma para enfrentar esos déficit es con
mayor gasto, la austeridad va en la dirección contraria. Es una visión
equivocada, es la misma receta que aplicó el FMI en la Argentina. Sabemos
lo que pasa: la economía se desacelera, luego entra en recesión y finalmente
termina con una depresión. Sin crecimiento no es posible salir de la crisis.
Cuanto más se demore el resultado político mayores serán la inestabilidad y los
costos.
- Los argumentos contra los estímulos fiscales sostienen que esas
medidas profundizarán todavía más los déficit.
-
El problema no son los déficit presupuestarios, ni siquiera la recesión, el
problema es el déficit de empleo que hay. Hoy en Estados Unidos tenemos 14
millones de desocupados, pero en realidad son 25 millones las personas que no pueden
conseguir un empleo de tiempo completo. Esta situación sólo va a empeorar con
los planes de austeridad. La mejor forma para enfrentar la crisis es crear
puestos de trabajo. La teoría económica tradicional fracasó. Hay un principio
muy simple llamado "multiplicador presupuestario": si uno recauda
impuestos y gasta dinero en forma balanceada de forma tal que no crezca el
déficit, la economía crecerá. En el mediano plazo, esa política tiende a
reducir el déficit y asegura la sustentabilidad de la economía porque el PIB
crecerá y la deuda y el déficit serán más pequeños en términos relativos. Si
uno diseña bien el multiplicador, el estímulo fiscal puede ser muy grande. En
ese sentido, en Estados Unidos se pueden cobrar impuestos al uno por ciento más
rico que concentra el 25 por ciento del ingreso, y gastar el dinero en
inversiones que aseguren mayor crecimiento. Esa dinámica es un forma de
resolver este dilema.
- ¿La crisis estructural en Europa desencadenará la desintegración de la
unión monetaria?
-
Va a ser necesario más dinero para que funcione el euro, así como también va a
ser necesario más dinero para que deje de hacerlo. De una forma u otra,
Alemania va a perder mucho dinero. Hay vida después del default y de abandonar
un sistema de tipo de cambio fijo. En la Argentina, el fin de la paridad cambiaria y el
default tuvieron un alto costo. Luego de un período de caída, Argentina comenzó
a crecer muy rápido, incluso en ausencia de lo que mucha gente considera las
"mejores" prácticas económicas, con buenas políticas pero no
perfectas. Yo creo que es muy difícil volver a unir un huevo revuelto, me
parece que el euro es una muy buena iniciativa. Por eso, no creo que sea
necesario que ningún país abandone el euro. Como le dije antes, es necesario
impulsar planes de estímulo. Para eso se puede inyectar más recursos al Fondo
de Estabilidad Financiera Europeo para hacer frente a los problemas de la
región. También, es posible emitir eurobonos.
- ¿La profundización de la crisis en Estados Unidos y Europa golpeará
sobre los países en desarrollo?
-
En 2010, el crecimiento global fue bueno. Hasta ahora, a los países emergentes
les ha ido muy bien, ésa es una gran noticia. Muchos se recuperaron con fuerza,
como China y Brasil. Pero si se profundiza la recesión en Estados Unidos y
Europa, las economías emergentes van a tener dificultades. Creo que van a poder
enfrentar una caída en las exportaciones, pero es necesario que fortalezcan la
demanda interna. Si bien una disminución del crecimiento chino presionaría a la
baja los precios de las commodities y eso golpearía a la Argentina, considero que
China va a poder sortear la crisis y mantener así los niveles de demanda de
esos productos.
- ¿El buen desempeño de las economías como Argentina responde solamente
a las exportaciones de bienes primarios y los elevados precios internacionales?
-
No, esa situación va a beneficiar a América latina y otros países dependientes
de las exportaciones de commodities. Pero esas exportaciones no son suficientes
para garantizar el crecimiento sostenido y la reducción del desempleo, los
países de la región como Argentina tienen que diversificar sus estructuras
productivas, invertir en sectores de alta tecnología. Es un proceso que demora
tiempo. Los países como Argentina, Brasil y China desplegaron muy buenas
políticas macroeconómicas. Comprendieron la importancia de un estímulo
keynesiano bien diseñado para apuntalar la economía y garantizar que el
desempleo no se dispare. Hay un conjunto de aspectos que permiten que los
países emergentes no se vean directamente afectados por la crisis. Por ejemplo,
las regulaciones bancarias en muchos países son mucho mejores, de mejor
calidad, que las de Estados Unidos y Europa. En algunos casos eso se debió a
que los países ya habían atravesado grandes crisis. Argentina hizo muy bien las
cosas en los últimos años para garantizar un fuerte crecimiento a tasas muy
altas y controlar la inflación.
- ¿La inflación es un problema para las economías emergentes?
-
Argentina enfrenta, como muchos países emergentes, el desafío de controlar la
inflación en un mundo en recesión. Es un tiempo muy difícil para llevar
adelante esa tarea porque se experimentan shocks negativos de demanda y shocks
inflacionarios externos. No hay una forma sencilla para atravesar ambos desafíos.
El foco excesivo de los bancos centrales en controlar la inflación es un error,
pero también es un error ignorar el fenómeno. La estabilidad financiera, el
crecimiento y el empleo también tienen que formar parte de sus objetivos.. La
baja inflación no asegura el crecimiento sostenido. En Europa, la preocupación
del Banco Central por los aumentos de precios es uno de los factores que
debilita la economía. Por su parte Brasil logró crecer, pero su enfoque
excesivo en la inflación ha dado como resultado tasas de interés muy elevadas,
entre las más altas del mundo.
- ¿Qué quiere decir cuando afirma que la teoría económica tradicional
fracasó?
-
Los modelos utilizados por los bancos centrales, economistas, los banqueros,
crearon un marco de política que estuvo en el epicentro de la crisis. Decían
que no era necesaria la regulación, que los mercados eran eficientes por su
cuenta o que la baja inflación era suficiente para garantizar un sendero de
crecimiento. La macroeconomía no se autorregula y no conduce al pleno empleo.
El problema no es la simplificación a la que recurren los modelos, el asunto es
que estos modelos dicen que la crisis no podía suceder. Si los modelos no
contemplan a los bancos entonces no existe el crédito. ¿Cómo es posible pensar
en estrategias para impulsarlo? En materia laboral, la teoría señalaba que uno
de los problemas eran las rigideces en el mercado de trabajo. Pero los países
donde hoy se profundiza el problema del desempleo son aquellos que más
desregularon ese mercado. En cambio, donde no se aplicaron esas políticas el
desempleo es menor. Uno de los principales problemas en nuestra sociedad es la
creciente desigualdad, esa situación disminuye la demanda agregada y la brecha
que se generó fue cubierta por una burbuja bancaria de consumo artificial que
impulsó la inestabilidad. La agenda de la economía ignoró esto y pensaba que
alcanzaba con aumentos de productividad. Los modelos dominantes tradicionales
no se hacían las preguntas adecuadas.